La investigación sugiere que las almendras remojadas pueden ofrecer algunos beneficios para la salud.
Puede facilitar su digestión
Las almendras tienen una textura dura y dura que puede dificultar su digestión (3).
Sin embargo, remojarlos los suaviza, lo que potencialmente los hace más fáciles de descomponer para su cuerpo (4, 5).
Las almendras también contienen antinutrientes, que pueden perjudicar la digestión y absorción de ciertos nutrientes, como el calcio, el hierro, el zinc y el magnesio (6, 7).
Si bien la investigación muestra que el remojo puede reducir significativamente los niveles de antinutrientes en granos y legumbres, hay pruebas limitadas de la efectividad del remojo de almendras u otros frutos secos (8, 9).
En un estudio, remojar almendras a temperatura ambiente durante 24 horas disminuyó los niveles de ácido fítico — pero en menos del 5% (10).
Otro estudio encontró que remojar almendras picadas en agua salada durante 12 horas resultó en una reducción pequeña, pero significativa, del 4% en los niveles de ácido fítico (11).
Notablemente, un estudio de 8 semanas en 76 adultos determinó que el remojo no parecía mejorar los síntomas digestivos. Además, los niveles de ácido fítico fueron iguales o ligeramente superiores en las almendras remojadas, en comparación con las almendras crudas (12).
En general, la investigación es mixta sobre si el remojo disminuye los antinutrientes o ayuda a los síntomas digestivos.
Puede aumentar la absorción de ciertos nutrientes
El remojo puede hacer que las almendras sean más fáciles de masticar, aumentando la disponibilidad de nutrientes.
La investigación muestra que la descomposición de las almendras en trozos más pequeños a través de la masticación o el corte permite que se liberen y absorban más nutrientes, especialmente las grasas (10, 13).
Además, las enzimas digestivas pueden ser capaces de descomponer y absorber los nutrientes de manera más eficiente (4, 10, 13).
Sin embargo, un estudio indicó que el remojo de almendras enteras tuvo poco o ningún efecto sobre la disponibilidad de algunos minerales, como hierro, calcio, magnesio, fósforo y zinc (11).
De hecho, cuando las almendras se cortaron antes de remojarlas, las concentraciones de estos minerales disminuyeron, a pesar de que los niveles de ácido fítico también disminuyeron (11).
Por lo tanto, el remojo puede ayudar a la absorción de grasa, pero, a la inversa, disminuye la disponibilidad de minerales.
Algunas personas pueden preferir el sabor y la textura
El remojo también afecta la textura y el sabor de las almendras.
Las almendras crudas son duras y crujientes, con un sabor ligeramente amargo debido a sus taninos (14).
Cuando se empapan, se vuelven más suaves, menos amargos y con un sabor más mantecoso, lo que puede ser más atractivo para algunas personas.
Resumen
Las almendras remojadas tienen un sabor más suave y menos amargo que las crudas. Pueden ser más fáciles de digerir, lo que puede aumentar la absorción de algunos nutrientes. De todos modos, la evidencia es mixta, y se necesita más investigación.