Pros y contras de la circuncisión: una visión general basada en la evidencia

Basado en tres grandes ensayos controlados aleatorios (ECA) realizados en África, se puede afirmar claramente que la circuncisión reduce el riesgo de infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) entre hombres en entornos de alta endemicidad del VIH y las ITS. Pueden existir efectos similares en el riesgo de ITS para las mujeres, aunque esto puede ser el resultado de un efecto indirecto de disminución del riesgo de infección entre parejas masculinas. Se desconoce si la circuncisión previene la adquisición del VIH en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), aunque podría haber un efecto protector para los hombres que se dedican principalmente al coito anal insertivo. Cuando se examinan los efectos de la circuncisión adulta en la función sexual y la satisfacción de los hombres, la evidencia de alta calidad respalda firmemente la falta de daño. No se sabe si la circuncisión altera la satisfacción sexual de las parejas femeninas, ya que hay menos y más pequeños estudios que reportaron resultados contradictorios. La circuncisión rara vez causa complicaciones graves si la practican profesionales capacitados, en un entorno estéril y con un seguimiento adecuado. Estas conclusiones se ven limitadas por la falta de datos de alta calidad de zonas fuera de África. No se han realizado ECA para evaluar los efectos de la circuncisión de bebés o de los HSH. La circuncisión tiene beneficios bien comprobados para las personas que residen en áreas con alta prevalencia de ITS, incluido el VIH, y no es poco ética para aquellos que eligen ser circuncidados o que sus hijos sean circuncidados por motivos religiosos, sociales o culturales. Para muchos otros, no se puede hacer una recomendación definitiva a favor o en contra, basada en una relación riesgo-beneficio.

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