Reconstrucción de la depredación por el Águila de Haast (Harpagornis moorei) en el moa gigante de la Isla Sur (Dinornis robustus). Obra de arte original de Ray Jacobs/Museo Canterbury.
El ave rapaz más fuerte y más grande que jamás existió fue el Águila de Haast (Harpagornis moorei) de Nueva Zelanda, y se extinguió alrededor del 1400 poco después de que los maoríes se asentaran en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
H. moorei era lo suficientemente poderoso para atacar y cazar aves gigantes sin vuelo, los moa, que pesaban de 10 a 15 veces su propio peso corporal. Comparativamente con el tamaño de su cuerpo, la envergadura del Águila de Haast era corta, de unos 9 pies. Se cree que el raptor bajaría a velocidades de casi 50 millas por hora para atacar el moa. Usó sus garras para matarlos en el suelo y no se llevó a su presa.
Moa de caza de águila de Haast. Crédito: Wikimedia Commons
Se cree que el Águila de Haast y el moa evolucionaron debido al gigantismo de la isla, un fenómeno en el que los animales aislados de otras poblaciones más diversas terminan siendo mucho más grandes de lo que serían en tierra firme. Cuando los maoríes llegaron por primera vez a Nueva Zelanda, no había animales terrestres. Las aves y los reptiles evolucionaron para llenar estos nichos ecológicos vacíos que normalmente habrían sido llenados por mamíferos más grandes.
Evolutivamente hablando, el Águila de Haast tomó el lugar del máximo depredador que cazaba pastadores, un espacio ocupado por la especie moa. Cuando los maoríes cazaron a los moa hasta su extinción en la década de 1400, apenas un siglo después de su llegada, no había presas lo suficientemente grandes como para sostener a las Águilas de Haast, por lo que se extinguieron rápidamente.
No se ha encontrado evidencia de que el Águila de Haast se aprovechara de los humanos, pero los investigadores creen que era lo suficientemente grande y fuerte como para hacerlo.
Skull of a Haast’s Eagle specimen.