Presentación
A. G. es un hombre blanco de 47 años con antecedentes de diabetes tipo 2 diagnosticada a los 30 años. En su visita en julio de 1996, pesaba 275 libras con una altura de 6’0″ (IMC 37 kg/m2) y había medido A1C de 8,7%, triglicéridos ligeramente elevados y colesterol LDL, colesterol HDL bajo y niveles normales de transaminasas. No tenía signos ni síntomas de complicaciones de su enfermedad y se sentía bien.
A lo largo de los años, su historia ha sido de seguimiento variable en la oficina sin tener en cuenta su dieta y régimen de ejercicio. Sus resultados de A1C han fluctuado de 8,0 a 11,5%, su peso se ha mantenido > 250 lb, y su régimen médico se ha intensificado para incluir un inhibidor de la ECA,una estatina, aspirina, una sulfonilurea y la dosis máxima de metformina.
En febrero de 2003, después de 18 meses de ausencia del seguimiento, se agregó una dosis de insulina glargina a la hora de acostarse al régimen de A. G. cuando presentó sed,poliuria y pérdida de peso a 221 lb. Su resultado de A1C fue del 10,6%, y las pruebas de función hepática revelaron aspartato aminotransferasa (AST) de 67 unidades/l yanina aminotransferasa (ALT) de 78 unidades/l. Tuvo síntomas tempranos de neuropatía sensorial en los pies y retinopatía en el examen de retina dilatada.
Repetir la evaluación 3 meses después, en mayo de 2003, demostró resolución de calambres, frecuencia urinaria y visión borrosa con un A1C de 8,3%. Se le dieron parámetros para la titulación continua de su insulina a la hora de acostarse, sin embargo, una vez más no regresó para una nueva evaluación hasta febrero de 2005.
En su visita de febrero de 2005, A. G.el A1C se elevó de nuevo al 10,8% y un recuento sanguíneo completo reveló un recuento de glóbulos blancos de 3.200 y un recuento de placas de 58.000. Su evaluación de la función hepática reveló niveles mínimos de ALT y Astelevaciones.
El 28 de abril de 2005, A. G. se presentó al servicio de urgencias del hospital con hematemesis y anemia. La endoscopia reveló múltiples várices esofágicos sangrantes y se realizaron procedimientos de bandas. Una tomografía computarizada del abdomen reveló infiltración grasa difusa del hígado con evidencia de hipertensión portal. El paciente fue readmitido el 10 de mayo de 2005, por otro episodio de hemorragia digestiva alta que requirió transfusión y repetición de bandas de várices esofágicas sangrantes.
Los análisis de laboratorio que incluyeron serologías virales, estudios de hierro y anticuerpos antinucleares fueron negativos, y una biopsia hepática reveló fibrosis en estadio 4 con hepatitis y esteatosis, confirmando el diagnóstico de esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
A. G. no tiene antecedentes de consumo de alcohol y está clínicamente estable en presencia, sometido a evaluación para un posible trasplante hepático futuro. Se mantiene en un bloqueador β y espironolactona, se siente bien y tiene un peso de 207 libras y un A1C de 6.2%, con un renovado interés en su dieta y régimen de ejercicio.