Si trata a pacientes con migrañas, sabe que estos dolores de cabeza ocurren con frecuencia en ausencia de desencadenantes, como falta de sueño, saltarse comidas, olores nocivos y ansiedad.
Los estados de ánimo tristes no se encuentran entre los desencadenantes típicos de la migraña, pero algunos migrañistas notan que experimentan estados de ánimo tristes antes de que ocurran las migrañas, especialmente las migrañas premenstruales. Parece que existe una creciente evidencia de que hay una serie de vínculos entre la migraña y la depresión. A medida que los investigadores exploran estos vínculos, los hallazgos eventualmente pueden conducir a ideas sobre la etiología, y potencialmente incluso el tratamiento, de las dos afecciones.
Comorbilidad de migraña y depresión
Muchas personas con depresión no experimentan migrañas, y muchas personas que experimentan migrañas no tienen depresión. Sin embargo, los migrañosos han reportado un aumento de 2 a 4 veces en el riesgo de por vida de desarrollar trastorno depresivo mayor.1
Sufrimiento causado por migrañas y depresión
Los dolores de cabeza por migraña y la depresión causan un sufrimiento significativo al paciente. El tiempo perdido por cada uno de estos trastornos puede interferir con el trabajo, la productividad en el hogar y las relaciones sociales y familiares. Los pacientes que viven con ambas enfermedades experimentan críticas externas e internas de los síntomas exagerados. Los amigos y la familia pueden animarlos a » pensar en positivo.»Y los propios pacientes intentan controlar sus propios síntomas a través de actitudes positivas e intentos de autocontrol.
Y aunque la depresión suele durar más que las migrañas, ambos trastornos tienen una naturaleza episódica. Por lo tanto, la mayoría de las personas experimentan un alivio intermitente y, a menudo, experimentan una urgencia para recuperar el tiempo perdido una vez que los síntomas comienzan a resolverse.
La superposición en el tratamiento profiláctico
Los ISRS y los tricíclicos se encuentran entre los tratamientos profilácticos más utilizados para las migrañas. Que estos agentes se utilizan para ambos trastornos no necesariamente apuntan a una etiología común, pero plantea la posibilidad de que podría haber una base similar compartida entre las dos condiciones.
Que los ISRS y los tricíclicos traten tanto la depresión como la migraña plantea la posibilidad de una base compartida entre los dos trastornos.
Estudios genéticos
Hasta ahora, los estudios genéticos han demostrado una correlación entre las migrañas y la depresión. Un estudio en la cefalea encontró una relación bidireccional entre la migraña y la depresión, en la que un trastorno aumentaba el riesgo del otro y viceversa.2 El estudio también mostró que los genes de los sistemas serotoninérgicos, dopaminérgicos y gabaérgicos y las variantes en los genes MTHFR y BDNF son candidatos fuertes en la etiología de ambos trastornos.
Tratamientos futuros
La depresión y la migraña son trastornos separados, sin embargo, ambos causan episodios de sufrimiento para los pacientes, y algunos pacientes tienen ambas afecciones. A medida que la investigación sobre las migrañas y la depresión comienza a desentrañar las causas genéticas y las regiones afectadas del cerebro, es probable que se sigan enfoques de tratamiento más efectivos.