Obtenga más información Sobre el Abuso de Anfetaminas
Las anfetaminas, que se clasifican como estimulantes, funcionan utilizando el sistema de recompensa de dopamina del cerebro. Cuando se usan estos medicamentos, se simula el sistema nervioso central del usuario, lo que hace que el cerebro produzca un nivel más alto del neurotransmisor dopamina. Este aumento en la cantidad de dopamina en el cerebro crea una sensación de euforia y una sensación general de bienestar. Los nombres comunes de las calles para estas drogas incluyen: velocidad, frijoles, bennies, uppers.
Las anfetaminas se pueden consumir de varias maneras. Pueden tomarse por vía oral, triturarse y inhalarse, o diluirse e inyectarse por vía intravenosa. Si se inyecta, el usuario siente los efectos de inmediato, mientras que puede tardar hasta 20 minutos en sentir los efectos si se toma por vía oral. Las personas que consumen estimulantes experimentan un impulso de energía y la sensación de que pueden hacer cualquier cosa, ya que la velocidad les proporciona la capacidad de mantenerse despiertos durante largos períodos de tiempo sin necesidad de descansar. Además, mientras toma estas partes superiores, una persona puede no tener deseo de comer, lo que puede conducir a la pérdida de peso si el abuso de estimulantes continúa.
Mientras que los efectos iniciales del consumo de anfetaminas son agradables, los efectos altos terminan con un choque notable, dejando a los adictos irritables y exhaustos. No toma mucho tiempo para que el cuerpo desarrolle una tolerancia a las anfetaminas, lo que hace que el usuario aumente la dosis para mantener los efectos deseados iniciales. Junto con la tolerancia viene la dependencia psicológica y física y la adicción a las anfetaminas. Los centros de placer del cerebro comenzarán a anhelar la velocidad si no se suministra regularmente. Es el miedo a estrellarse y los desagradables sentimientos de abstinencia lo que hace que un adicto a la velocidad regrese por más a pesar de las consecuencias negativas.
La adicción a las anfetaminas puede hacer que el usuario se sienta asustado y atrapado en un ciclo de atracones y caídas. Sin embargo, con el tratamiento y la terapia adecuados, esta adicción a las partes superiores se puede superar.