Carrera de Béisbol
Roberto Enrique Clemente Walker nació el 18 de agosto de 1934 en Carolina, Puerto Rico. Hijo de un trabajador de caña de azúcar, Clemente comenzó su carrera profesional de béisbol justo después de terminar la escuela secundaria. Firmó un contrato con los Brooklyn Dodgers y jugó con su equipo de ligas menores, los Montreal Royals, por una temporada. Al año siguiente fue a jugar para los Piratas de Pittsburgh e hizo su debut en grandes ligas en 1955.
Clemente golpeó una impresionante .311 en 1956, pero luchó con lesiones y la barrera del idioma al principio de su carrera. Bateó en 1960, bateando .314 con 16 jonrones y 94 carreras impulsadas para ganar su primer puesto en el All-Star y ayudar a los Piratas a ganar la Serie Mundial. Al año siguiente, lideró la Liga Nacional con a .con un promedio de 351, bateó 23 jonrones y ganó su primer Premio de 12 Guantes de Oro consecutivos por excelencia en el campo.
A medida que avanzaba la década, Clemente se estableció como uno de los mejores jugadores de béisbol. Ganó tres títulos de bateo más y dos veces lideró la liga en hits. Además, se jactó de uno de los brazos más temibles jamás vistos en el deporte, desatando constantemente poderosos lanzamientos desde su poste en el jardín derecho. Disfrutó de su mejor temporada en 1966, bateando .317 con los mejores 29 jonrones de su carrera y 119 carreras impulsadas para ganar el Premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
Clemente hizo un espectáculo en la Serie Mundial de 1971, bateando .414 con dos jonrones para ayudar a Pittsburgh a derrotar a los Orioles de Baltimore favoritos. A finales de la temporada de 1972, se convirtió en el primer jugador hispano en alcanzar los 3.000 hits de su carrera.
Reputación y muerte
Fuera del campo, Clemente fue descrito como un caballero tranquilo. Estaba orgulloso de su herencia puertorriqueña y defendía los derechos de las minorías. Clemente se casó con Vera Zabala en 1963, y tuvieron tres hijos. Famoso por su trabajo humanitario, murió en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972, en camino a llevar suministros muy necesarios a los sobrevivientes de un terremoto en Nicaragua. Al año siguiente fue elegido para el Salón Nacional de la Fama del Béisbol. Se convirtió en el primer latino incorporado al Salón.