La propulsión eléctrica abre nuevas oportunidades para Europa
Aunque se estudió, desarrolló y probó durante varias décadas, algunos EPS no se habían empleado fácilmente en los primeros tiempos de las misiones espaciales, principalmente debido a la falta de suficiente energía eléctrica a bordo de la nave espacial. Desde el nuevo siglo, los niveles de energía eléctrica en constante aumento en las nuevas naves espaciales desarrolladas permiten que el EP sea una alternativa muy realista y seria a la propulsión química, y el uso de esta tecnología para diferentes tipos de misiones ya es una práctica común a nivel internacional (en Europa, por ejemplo: Artemis, SMART-1 , GOCE, AlphaSat, Bepi Colombo, SmallGEO, NEOSat, Electra).
Para los satélites comerciales en el mercado de las telecomunicaciones, el uso de EP para maniobras de mantenimiento de estaciones es actualmente una opción y, en muchos casos, un requisito para los fabricantes de satélites. En 2012, Boeing ofreció el uso de EP para aumentar la órbita y mantener la estación ahorrando miles de kilogramos de masa y disminuyendo el precio del satélite y su lanzamiento en cientos de millones de dólares con su plataforma Boeing 702. Desde entonces, la evolución europea en este ámbito ha sido accelerated.in para ofrecer plataformas completas de telecomunicaciones eléctricas e híbridas a los operadores de satélites. Este creciente interés por el EP y sus costes asociados, junto con la necesidad de mayores prestaciones y competitividad, se ha transferido a los propulsores de EP y a los fabricantes e integradores de subsistemas de EP.
La propulsión eléctrica es considerada actualmente por todos los actores espaciales como una tecnología clave y revolucionaria para las nuevas generaciones de satélites comerciales y científicos. Las iniciativas en este campo en todo el mundo están dirigidas al desarrollo de nuevas generaciones competitivas de EPS. También en Europa, todas las partes interesadas, incluida la Agencia Espacial Europea (AEE), las Agencias Espaciales Nacionales y los agentes industriales, han estado realizando esfuerzos para desarrollar y aumentar la competitividad de la tecnología europea del PE para los diferentes tipos de mercados desde hace algunas décadas.