Ciertos alimentos y afecciones médicas pueden hacer que el aliento huela a amoníaco, que algunos creen que huele a orina. Van desde inofensivos y temporales hasta crónicos y muy graves.
Dieta
Ciertos alimentos y bebidas pueden causar reacciones en el cuerpo que pueden hacer que la respiración huela a orina. En muchos casos, esto se debe a una acumulación de amoníaco en el cuerpo que no se elimina adecuadamente. Algunos alimentos y bebidas pueden causar una oleada de amoníaco en el cuerpo.
El alcohol es el ejemplo más destacado. El consumo excesivo de alcohol puede afectar la filtración renal y hacer que el aliento huela a orina. Comer altas cantidades de proteínas también puede causar este efecto.
La mejor manera de evitar esto es beber con moderación y comer una dieta saludable y equilibrada con muchas verduras.
Sinusitis
La sinusitis ocurre cuando los tejidos del seno se inflaman. Esto puede ocurrir como resultado de infecciones
- virus
- un tabique desviado
- pólipos nasales
La sinusitis puede ser el resultado de infecciones bacterianas o fúngicas en los senos paranasales, que pueden causar halitosis (mal aliento). Para algunas personas, esto puede hacer que su aliento huela a orina.
Otros síntomas pueden incluir sentir presión en los senos paranasales, dolores de cabeza, congestión y goteo nasal posterior.
Puede intentar limpiar y humedecer las cavidades navales con ollas de neti. Los medicamentos para descongestionar, como Sudafed, pueden ayudar con las infecciones sinusales.
Infección por Helicobacter pylori
H. pylori es un tipo de bacteria que puede afectar el estómago. Puede causar úlceras estomacales e incluso cáncer de estómago. También se sabe que causa sudor y aliento que huele a amoníaco u orina.
Algunas personas tendrán H. pylori sin otros síntomas, pero algunas pueden experimentar síntomas como:
- úlceras estomacales
- náuseas
- pérdida de apetito
- hinchazón
- eructos involuntarios
- dolor abdominal que empeora cuando el estómago está vacío
Para deshacerse de la H. pylori, su médico puede recetarle dos antibióticos diferentes a la vez, lo que puede ayudar a prevenir la resistencia a los antibióticos. También es probable que te receten un medicamento supresor de ácido para proteger o curar el revestimiento de tu estómago. Algunos tratamientos naturales también pueden ayudar.
No hay mucho que pueda hacer para prevenir el H. pylori. Pero asegúrese de concertar una cita con su médico si experimenta alguno de los síntomas de una infección por H. pylori para que pueda hacerse la prueba y recibir tratamiento.
Infecciones del tracto urinario
Muchas personas no se dan cuenta de que una infección del tracto urinario (U) en realidad puede ser la causa de su mal aliento. Si una infección urinaria se disemina a los riñones y causa algún tipo de infección renal, puede provocar una acumulación de desechos en el cuerpo. Esto puede causar un sabor metálico y un aliento que huele a orina.
Otros síntomas de las infecciones urinarias incluyen:
- dolor o ardor al orinar
- una necesidad constante o repentina de orinar con frecuencia
- orina de olor fuerte
- dolor pélvico
- fiebre
El tratamiento a menudo incluye tomar antibióticos y mantenerse hidratado. Beba mucha agua y orine con frecuencia para ayudar a eliminar la infección de su sistema. Hay otros remedios caseros que también puede probar.
enfermedad renal Crónica
la enfermedad renal Crónica es una causa grave de aliento que huele a orina. Cuando los riñones no funcionan correctamente, no son capaces de eliminar los desechos del torrente sanguíneo de manera adecuada. Esto puede causar que los desechos se acumulen en el torrente sanguíneo, lo que lleva a un sabor metálico en la boca y el aliento que huele fuertemente a amoníaco.
La enfermedad renal es muy grave y puede provocar insuficiencia renal. Otros síntomas pueden incluir:
- náuseas y vómitos
- dificultad para respirar
- mareos
- hinchazón en las piernas, los pies y los tobillos
- erupción cutánea o picazón
- dolor en la espalda, los costados o las piernas
El tratamiento para la enfermedad renal se centrará primero en tratar la causa de la afección. Su médico también puede recetarle medicamentos para controlar la presión arterial, el colesterol, la anemia y la hinchazón. Una dieta baja en proteínas ayudará a los riñones a hacer mejor su trabajo.