Ha llegado el calor y estos días apetece escaparse a la playa, al campo o a la piscina, ¿qué os parece si nos llevamos la comida? Una cosa está clara, no puede faltar la tortilla de patatas y el pollo empanado, todo un clásico de nuestra gastronomía.
Preparo exactamente el pollo empanado igual que lo preparaba mi madre. A mi hermano y a mí nos gustaba muchísimo y ahora a mis niños les encanta y es que está tan rico y no sólo para los niños porque cuando lo llevo a algún sitio, los mayores no pueden resistirse.
El pollo empanado así queda con un interior muy jugoso y sabroso, y es porque dejo macerando el pollo un par de horas con el aliño y el huevo, el exterior dorado y crujiente… ¡Qué hambre me da sólo de ver las fotos!
Pollo empanado
Ingredientes
- 1 pechuga de pollo
- 3 dientes de ajo
- Unas ramas de perejil
- Sal
- Pimienta negra
- 100 ml de leche
- 2 o 3 huevos
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer pollo empanado
Ponemos en el mortero los dientes de ajo, la sal, el perejil y unos granos de pimienta negra y lo machacamos bien. En un cuenco o recipiente batimos los huevos, añadimos la leche y el majado. Cortamos el pollo en tiras o en trozos, como más os guste, y lo ponemos en la mezcla anterior. El pollo debe quedar totalmente cubierto. Tapamos y metemos en el frigorífico, al menos un par de horas. Pasado este tiempo, vamos sacando los trozos, rebozamos en el pan rallado y freímos en abundante aceite bien caliente hasta que estén dorados. Los sacamos y dejamos sobre papel de cocina absorbente.
Servimos en el momento o cuando vayamos a tomarlo, el pollo empanado ¡está bueno tanto caliente como frío!