Mientras que la perforación convencional de petróleo y gas (O&G) con fines comerciales ha estado ocurriendo en los Estados Unidos durante más de 150 años, los procesos recientes utilizan una variedad de técnicas de extracción no convencionales, como el fracturamiento para mejorar el retorno de hidrocarburos a la superficie.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA):
El gas natural es un combustible fósil que se forma cuando capas de plantas y animales enterrados se exponen a un calor y presión intensos durante miles de años. La energía que las plantas y los animales obtuvieron originalmente del sol se almacena en forma de carbono en el gas natural. El gas natural se quema para generar electricidad, lo que permite que esta energía almacenada se transforme en energía utilizable.
Petróleo
Al igual que con otros combustibles fósiles, el petróleo se encuentra en depósitos subterráneos. Es el producto final de la descomposición de materiales orgánicos que han sido sometidos a calor y presión geológica durante millones de años.
Gas natural
Cuando se obtiene por primera vez del suelo, el gas natural está compuesto principalmente de metano con otros alcanos típicamente mezclados, y posiblemente también de dióxido de carbono, nitrógeno y sulfuro de hidrógeno. El gas de esquisto, específicamente, es gas natural atrapado dentro de formaciones geológicas de esquisto (un tipo de roca sedimentaria).