Una vez que usted y su cirujano ortopédico hayan decidido someterse a una cirugía para reconstruir el ligamento cruzado anterior (LCA) en su rodilla, deberá elegir qué injerto de reemplazo usar. El ligamento desgarrado no se reparará solo, ni se puede coser con éxito. Debe reemplazarse con un tejido nuevo que se convertirá en un ligamento con el tiempo. Elegir qué injerto es apropiado no siempre es una decisión fácil. Hay pros y contras para cada alternativa. Sus opciones incluyen su propio tejido (autoinjerto) o tejido cadavérico (aloinjerto).
Autógrafos
Los autoinjertos de tendón rotuliano y tendón isquiotibial son las opciones más comunes para la reconstrucción del LCA. El tendón rotuliano va desde la rótula (rótula) hasta el hueso de la parte inferior de la pierna (tibia). Los cirujanos tienen la mayor experiencia con este autoinjerto y es el más utilizado. Se hace una incisión vertical desde la parte inferior de la rótula hasta la parte superior de la tibia. Luego se corta el tercio medio del tendón, así como las porciones óseas de la rótula y la tibia. El autoinjerto final se realiza a partir del tendón parcial y los huesos en cada extremo. El hueso de ambos lados permite una curación más rápida del injerto.
Beneficios:
- Los cirujanos ortopédicos tienen la mayor experiencia con este procedimiento
- Injerto más fuerte con respecto a la fijación inicial
- Retorno más rápido a la participación atlética completa, generalmente de 5 a 6 meses
Riesgos:
- Mayor probabilidad de dolor o incomodidad mientras se arrodilla
- Más dolor debido a la extracción de las porciones de tendón y hueso
- Hay una incisión adicional donde se extrae el injerto
- Mayor riesgo de fractura rotuliana
- Mayor riesgo de tendinitis rotuliana
Aunque se llama autoinjerto de tendón isquiotibial, los tendones asociados con este injerto técnicamente no forman parte del tendón isquiotibial. El tendón de la semitendinosis y el tendón de la gracilis se extraen de una pequeña incisión justo debajo y cerca del interior de la rodilla. Este autoinjerto no tiene porciones óseas y utiliza dos tendones.
Beneficios:
- Menor cantidad de dolor postoperatorio
- Rehabilitación más fácil con respecto a la activación de los cuádriceps
- Retorno más rápido a las actividades de la vida diaria
- No se requiere incisión adicional. La misma incisión se utiliza para colocar el hardware de fijación.
Riesgos
- La fijación no es tan fuerte inicialmente. Se recomienda precaución con la rehabilitación.
- Se puede notar alguna debilidad en los isquiotibiales
- La vuelta a la participación atlética completa es más lenta, 6-7 meses
- No hay activación de los isquiotibiales durante al menos cuatro semanas para permitir que el lugar de la cosecha se cure
- Mayor riesgo de distensión/sensibilidad en los isquiotibiales
Los aloinjertos
proporcionan otra opción para la reconstrucción del LCA. El tejido se extrae de un cadáver, por lo que no hay complicaciones al extraer el tejido de su propio cuerpo. Las opciones más comunes son el tendón de Aquiles, el cuádriceps, el tendón tibial anterior y el tendón rotuliano. La decisión sobre qué opción de aloinjerto usar se basa en lo que está disponible y la preferencia del cirujano. En general, los injertos son igual de fuertes si sigue el protocolo de rehabilitación específico. Aunque los donantes son examinados para detectar enfermedades transmisibles, existe un riesgo de transmisión de enfermedades asociado con el uso de tejido de injerto de un cadáver. Existe la posibilidad de transmisión viral, como la hepatitis o el VIH.
Beneficios:
- Sin dolor ni complicaciones por la extracción del tejido
- Retorno más rápido a las actividades de la vida diaria
- Incisión más pequeña en la tibia medial
Riesgos:
- Riesgo potencial de transmisión viral (la probabilidad de transmisión del VIH es de 1 en 1,8 millones)
- El retorno a las actividades deportivas completas generalmente es de 6-7 meses
- Mayor tasa de re-desgarro en atletas competitivos más jóvenes
Elegir qué injerto usar para la reconstrucción del LCA es altamente individualizado para cada paciente. Discuta su estilo de vida y los riesgos y beneficios con su cirujano ortopédico para determinar el mejor curso de acción para alcanzar sus metas.