La cirrosis hepática descompensada tiene un pronóstico sombrío, con una supervivencia general de 2 a 4 años, que es peor que para muchas enfermedades oncológicas. La albúmina es una herramienta importante en el manejo de pacientes con cirrosis, ya que disminuye por menos de la mitad el riesgo de disfunción cardiocirculatoria post-paracentesis y mortalidad asociada a infección bacteriana espontánea, así como triplica la respuesta a la terlipresina en pacientes con síndrome hepatorrenal. Recientemente, la investigación sobre la albúmina ha sido un tema candente, con nuevas ideas importantes, como la caracterización de los efectos pleiotrópicos de la albúmina (que superan sus propiedades oncóticas) y el concepto de concentración efectiva de albúmina. De hecho, los pacientes con cirrosis hepática presentan modificaciones postraduccionales en la albúmina que comprometen su función. Se demostró que esas formas de albúmina modificadas tienen valor pronóstico y su conocimiento puede cambiar el paradigma del tratamiento de la albúmina. En esta revisión, resumimos críticamente la evidencia más reciente sobre los beneficios potenciales de la albúmina en pacientes con enfermedad hepática terminal.
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