Metástasis hepáticas de cáncer de mama: supervivencia a largo plazo después de la resección curativa

Antecedentes: Las metástasis hepáticas de cáncer de mama se relacionan con un pronóstico precario (mediana de supervivencia < 6 meses). Un subgrupo de estos pacientes sin diseminación a otros órganos puede beneficiarse de la cirugía. Los datos disponibles en la literatura indican que solo en casos excepcionales estos pacientes sobreviven más de 2 años cuando se les administra terapia quimiohormonal o cuidados médicos de apoyo solos. Presentamos los resultados de la resección hepática en pacientes con metástasis hepáticas aisladas de cáncer de mama y evaluamos la tasa de supervivencia a largo plazo, los factores pronósticos y la función de la quimioterapia neoadyuvante de dosis altas.

Pacientes y métodos: En la última década, 17 mujeres se sometieron a metastectomía hepática con intención curativa para el cáncer de mama metastásico. El seguimiento fue completo en cada paciente. La mediana de edad en el momento en que se diagnosticó el cáncer de mama era de 48 años. Se utilizó quimioterapia neoadyuvante de dosis altas (HDC) con soporte progenitor hematopoyético en 10 pacientes antes de la resección hepática. Se evaluaron las complicaciones perioperatorias, el desenlace a largo plazo y los factores pronósticos.

Resultados: Siete de los 17 pacientes están actualmente vivos, con seguimiento de hasta 12 años. Cuatro de estos pacientes están libres de tumores después de 6 y 17 meses y 6 y 12 años. La tasa de supervivencia actuarial a 5 años es del 22%. Un paciente murió en el postoperatorio (tasa de mortalidad, 6%) de neumonitis fibrosante inducida por carmustina. No hubo más morbilidad importante en los demás pacientes. El hígado fue el sitio principal de recurrencia de la enfermedad después de la resección hepática en el 67% de los pacientes. Las pacientes en las que se encontraron metástasis hepáticas más de 1 año después de la resección del cáncer de mama primario tuvieron un desenlace significativamente mejor que aquellas con enfermedad metastásica temprana (< 1 año) (P = .04). En esta serie, el tipo de resección hepática, el estado de los ganglios linfáticos en el momento de la resección primaria de cáncer de mama y el CDH no tuvieron un impacto significativo en la supervivencia de la paciente.

Conclusiones: Se puede lograr una supervivencia favorable de 22% a largo plazo con metastasectomía en este grupo seleccionado de pacientes. La evaluación cuidadosa de la toxicidad pulmonar por carmustina y la exclusión de pacientes con enfermedad extrahepática son fundamentales. Se puede lograr una mejor supervivencia con una mejor selección de los pacientes y el uso de terapia adyuvante dirigida al hígado.

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