El plomo se utiliza principalmente en baterías, donde es un elemento importante en la fabricación de acumuladores. Debido a que bloquea muy bien los rayos X y la radiación radiactiva, el plomo también se requiere en la tecnología médica (radiología) y en la industria atómica. El plomo también se utiliza en la industria de la construcción y en la fabricación de municiones, tanques de combustible y tuberías. Debido a sus propiedades como catalizador, el plomo también se utiliza para convertir energía química en energía eléctrica. Además de todas estas ventajas, el plomo también tiene una desventaja importante: es muy perjudicial para la salud humana.
Durante muchos años, el plomo se obtienen principalmente de mineral de plomo. Los mayores yacimientos de mineral de plomo se encuentran en China, Estados Unidos, Australia, Rusia y Canadá. Los países europeos no tienen depósitos de mineral de plomo tan grandes, pero dentro de Europa Suecia y Polonia tienen los más grandes. Sin embargo, el plomo ya casi no se obtiene del mineral de plomo, sino de desechos de plomo reciclados. Hoy en día, más del 50% de las necesidades mundiales pueden satisfacerse con ello. En 2005, la demanda de plomo era superior a la producción de plomo, según el Grupo Internacional de Estudio sobre el Plomo y el Zinc (ILZSG). Sin embargo, el aumento de la demanda se pudo satisfacer mediante la eliminación de existencias, como resultado de lo cual el consumo de plomo fue superior a la producción de plomo en unas 100.000 toneladas en 2005.
El centro de negociación más importante para el plomo es la Bolsa de Metales de Londres.