Para llegar a sus hallazgos, el equipo inscribió a 871 pacientes de 71 consultorios de atención primaria en toda Inglaterra, todos los cuales tenían sinusitis, una afección común caracterizada por inflamación de los senos paranasales.
Los participantes fueron aleatorizados para recibir uno de cuatro tratamientos: atención habitual, inhalación diaria de vapor, irrigación nasal diaria apoyada por un video de demostración, o una combinación de irrigación nasal diaria e inhalación de vapor.
Durante 6 meses de seguimiento, los investigadores encontraron que los pacientes que se dedicaron a la inhalación diaria de vapor solo no mostraron mejoras en los síntomas de congestión nasal, según lo determinado por las puntuaciones en el Índice de Discapacidad de Rinosinusitis.
Sin embargo, los pacientes que usaron irrigación nasal diaria apoyada por un video de demostración mostraron mejoras en la congestión nasal a los 3 y 6 meses de seguimiento.
«Encontramos cambios potencialmente importantes en otros resultados, en particular, reducción de los dolores de cabeza, reducción del uso de medicamentos de venta libre y reducción de la medicalización, por ejemplo, la creencia en la necesidad de ver al médico en episodios futuros», señala el Dr. Little.
En base a sus hallazgos, los investigadores dicen que la irrigación nasal, junto con el entrenamiento sobre cómo usar la técnica, puede ser una forma efectiva de aliviar la congestión nasal, reduciendo la necesidad de antibióticos.
«La amenaza de la resistencia global a los antibióticos es muy real y necesitamos encontrar formas alternativas de educar y tratar a las personas que no necesitan tomar antibióticos.
Hemos descubierto que incluso una intervención muy breve de un video que muestra a los pacientes cómo usar la irrigación nasal con solución salina puede mejorar los síntomas, ayudar a las personas a sentir que no necesitan ver al médico para manejar el problema y reducir la cantidad de medicamentos de venta libre que reciben.»
Dr. Paul Little
El equipo observa que la efectividad de la irrigación nasal en este estudio fue menor que la observada en estudios anteriores que utilizaron un entrenamiento más intensivo de la técnica.
Como tal, los autores dicen que se necesita más investigación para identificar cuánta capacitación necesitan los pacientes para aprovechar al máximo la irrigación nasal.
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