Patrones de asentamiento
En tiempos prehistóricos, los asentamientos estaban ampliamente dispersos en los valles de los ríos costeros, las cuencas de las tierras altas y las riberas de los ríos amazónicos. Las enfermedades traídas por los europeos en el siglo XVI diezmaron las poblaciones indígenas de la costa. A finales de la época colonial y principios de la modernidad, la mayoría de la gente vivía en la Sierra rural. A finales del siglo XX, el patrón de crecimiento había cambiado de nuevo, y la mayoría de la población se trasladó a las regiones de tierras bajas, especialmente la Costa, con una tendencia a concentrarse en las ciudades.
Partes de la costa fueron colonizadas por pioneros mestizos de mediados del siglo XX, especialmente el área al oeste y noroeste de Quito alrededor de Santo Domingo de los Colorados; las poblaciones indígenas aisladas se han reducido gradualmente a la condición de minoría. Un proceso similar ha estado ocurriendo en la parte norte del Oriente, con campos petroleros y nuevas carreteras que permiten a los mestizos e indios de las tierras altas trasladarse a áreas pobladas por grupos indígenas amazónicos.
En las tierras altas, los pueblos tradicionales indios y mestizos, aldeas y granjas dispersas se asocian con un patrón de tablero de ajedrez de pequeñas parcelas agrícolas de maíz, papas, cebada, trigo, habas, frijoles y altramuz domesticado, alternando con campos temporalmente en barbecho y utilizados para el pastoreo. Las ovejas pastan en tierras en barbecho y pastos de mayor altitud. Antes de la década de 1960, los pequeños agricultores vivían en una relación de dependencia con las haciendas a gran escala, que controlaban las mejores tierras planas y pastos altos. Desde la década de 1960, la reforma agraria y los cambios económicos han resultado en la subdivisión de las haciendas en granjas comerciales de tamaño mediano más rentables que producen productos lácteos, nuevas variedades de papa, frutas, flores y verduras. Los pueblos y ciudades de las tierras altas se construían generalmente en el plan de cuadrícula colonial española, que se centraba en una o más plazas distinguidas por iglesias y edificios gubernamentales.
Mathias Oppersdorff/Photo Researchers
A principios del siglo XXI, más de tres quintas partes de la población ecuatoriana se habían convertido en habitantes urbanos, y la mayoría vivía en las dos ciudades principales, Guayaquil y Quito. Guayaquil es la ciudad más grande, el principal puerto y centro comercial, y también el centro cultural de la Costa. Quito, aparte de sus actividades gubernamentales, se ha convertido en una importante sede regional para las organizaciones internacionales que trabajan en los Andes y ha atraído un importante comercio turístico. Otras ciudades son mucho más pequeñas, pero Esmeraldas, Manta, Portoviejo y Machala son importantes centros agrícolas y comerciales costeros, y Ambato y Cuenca son los centros comerciales de las tierras altas más grandes y dinámicos fuera de Quito.
