Huacachina está construido alrededor de una pequeña naturales de lago del desierto, comúnmente conocido como el «oasis de América». Según las leyendas locales, el agua y el barro de la zona son terapéuticos. Tanto los lugareños como los turistas a menudo se bañan en las aguas o se cubren con el barro en un intento de curar enfermedades como la artritis, el reumatismo, el asma y la bronquitis.
La leyenda sostiene que la laguna fue creada cuando una hermosa princesa nativa se quitó la ropa para bañarse, pero después de mirarse en un espejo vio a un cazador masculino que se acercaba a ella por detrás. Sorprendida por la intrusión, huyó de la zona, dejando tras de sí su espejo, que se convirtió en un lago. Otras versiones sostienen que huyó, dejando la piscina de agua en la que se había estado bañando para convertirse en la laguna. Los pliegues de su manto, que corrían detrás de ella, se convirtieron en las dunas de arena circundantes. Se rumorea que la mujer sigue viviendo en el oasis como una sirena.El lago fue creado por la filtración natural de los acuíferos subterráneos, pero el aumento de la perforación de pozos comenzó a amenazar ese suministro a principios de la década de 2000. Para compensar esta pérdida y preservar el oasis como destino para los turistas, grupos empresariales locales comenzaron a bombear agua al lago en 2015.
En 2016 se anunció que el científico peruano Marino Morikawa, quien creó un sistema de nanobubble para descontaminar el lago El Cascajo, liderará un proyecto para restaurar la laguna Huacachina. A partir de 2020, no se han recibido nuevas noticias de la propuesta.