Cuando respiramos, los pulmones intercambian oxígeno del aire por desechos de dióxido de carbono de la sangre. Este intercambio es vital para la vida. Cada respiración expone los pulmones al ambiente exterior, que contiene contaminación y gérmenes, lo que representa una amenaza para nuestra salud. La primera línea de defensa se llama escalera mecánica mucociliar: el moco atrapa el material potencialmente peligroso y los cilios empujan ese material hacia arriba y fuera de nuestras vías respiratorias. Cuando la escalera mecánica mucociliar no funciona correctamente, podemos desarrollar una enfermedad pulmonar. Por ejemplo, los pacientes con enfermedades genéticas como la fibrosis quística (FQ) y la discinesia ciliar primaria (PCD), o enfermedades relacionadas con el tabaquismo como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tienen moco extremadamente espeso. Este moco se acumula, permitiendo que las bacterias, los hongos y los virus prosperen, causando daño pulmonar y disminución de la oxigenación. Las enfermedades pulmonares hacen que la respiración sea extremadamente difícil, y los pacientes pueden tener enfermedades respiratorias potencialmente mortales cuando la escalera mecánica mucociliar no puede mantener la salud pulmonar.
¿Cómo Funcionan los Pulmones?
La función principal de los pulmones es respirar. Intercambio de gases es el nombre del proceso por el cual el oxígeno entra en el torrente sanguíneo (por inhalación) y los desechos de dióxido de carbono salen del cuerpo (por exhalación). La estructura del pulmón ha evolucionado para realizar esta tarea de manera muy eficiente. La estructura básica de los pulmones es una serie de tubos huecos, llamados vías respiratorias. Las vías respiratorias se ramifican y se hacen más pequeñas, terminando en pequeños sacos de aire llamados alvéolos. Los alvéolos están cubiertos de pequeños vasos sanguíneos llamados capilares, que funcionan para intercambiar gases en la sangre . Los pulmones se pueden comparar con un árbol que tiene un tronco principal grande con ramas que se hacen más pequeñas cuanto más lejos están del tronco. Los alvéolos son como las hojas.
Hay dos regiones principales en el pulmón: la zona conductora y la zona respiratoria (Figura 1). El aire se transporta a los pulmones a través de la zona conductora y se lleva a la zona respiratoria que contiene los alvéolos. Los alvéolos de una persona tienen la misma superficie que una cancha de tenis, que es un montón de área para permitir el intercambio de gases. La zona conductora es la parte del pulmón por la que el aire fluye sin ningún intercambio de gases, porque los tubos son demasiado gruesos para que los gases se muevan. La zona conductora está revestida de estructuras en forma de pelo llamadas cilios que están cubiertas de moco, lo que ayuda a atrapar materiales potencialmente peligrosos. Los cilios son proyecciones móviles, diminutas, en forma de dedos en la superficie de las células de las vías respiratorias. Los cilios recubren las vías respiratorias y ayudan a mover el moco hacia arriba y fuera de los pulmones . Los cilios miden aproximadamente 6-7 micrómetros de alto, o aproximadamente una décima parte del ancho de un cabello humano .