Tómate un segundo para pensar en algunos de los comportamientos cotidianos de tu perro: aullan, cavan agujeros, olfatean olores y ladran, todos los cuales son comportamientos transmitidos de sus antepasados lobos, ¿verdad? De hecho, algunos de estos rasgos son definitivamente ancestrales, pero no todos.
Como antepasados de los lobos, tiene sentido que muchos de los comportamientos innatos de nuestros perros provengan de sus antepasados; sin embargo, ladrar no es una de ellas. De hecho, los lobos maduros en la naturaleza no ladran como lo hacen nuestros perros; ese comportamiento se limita a cachorros y juveniles.
La razón del comportamiento de no ladrar es que en la naturaleza, los lobos saben que si hay peligro, lo mejor es permanecer lo más callado posible, permaneciendo ocultos hasta que la amenaza haya pasado.
Nuestros compañeros caninos por otro lado prefieren lidiar con las amenazas en el sentido opuesto, ladrando hasta que desaparece. Pero si los lobos son los antepasados de los perros, ¿por qué sus comportamientos de ladrido varían tanto?
Algunos investigadores creen que los perros aprenden este comportamiento debido a sus relaciones cercanas con los seres humanos. Los humanos son creadores muy vocales y nuestros cachorros aprenden bastante rápido que no somos tan buenos para captar sus señales no verbales. Para asegurarse de que sus dueños entienden lo que están tratando de comunicar, nuestros perros usan señales verbales por defecto.
Sin embargo, hay otros investigadores que creen que los comportamientos de ladrido de nuestro perro se deben a años de cría selectiva. Preferimos perros que sean suaves y amigables y, como resultado, a lo largo de los años, hemos criado estas características juveniles en nuestros perros. Y como seguro que adivinaste, ladrar es solo un efecto secundario de estos comportamientos juveniles.
Ya sea que nuestros perros ladren para comunicarse con nosotros o simplemente porque se parecen más a cachorros de lobo que a lobos maduros, hemos llegado a aceptar los ladridos como el comportamiento natural de un perro. Si nos preguntas, ladrar es solo uno de los muchos comportamientos entrañables que no podíamos imaginar que nuestros perros no tuvieran.
H / t to Paws for Thought