Esquiadors/Guardabosques Pulgar

¿Cómo se Esquiador/Guardabosque del pulgar diagnostica?

Dado que esta afección implica daño a los tejidos blandos, los médicos de Midwest Orthopaedics at Rush (MOR) Hand, Wrist & Elbow Institute examinarán visualmente el área afectada, preguntarán a los pacientes cómo ocurrió la lesión y revisarán los síntomas y el nivel de dolor. Las radiografías determinarán si esto representa estrictamente una lesión de ligamento o si un trozo de hueso se ha desprendido con el ligamento, ya que esta diferencia guía el tratamiento. También se pueden obtener radiografías especiales con una tensión suave en el ligamento para probar activamente la estabilidad de la articulación MCP en muchos casos.

¿Cómo se trata el pulgar del Esquiador/guardabosques?

Un cirujano ortopédico que se especializa en las manos debe ser visto lo antes posible después de que se lesione el pulgar para garantizar la mejor recuperación posible.

Opciones de tratamiento no quirúrgico

  • Hielo para reducir la hinchazón
  • Paracetamol o ibuprofeno para reducir el dolor
  • Férula o escayola

Normalmente, los desgarros parciales de UCL requieren inmovilización con una férula o escayola durante cuatro a seis semanas. Si el UCL está completamente desgarrado, generalmente se requiere cirugía, debido a la curación impredecible de las lágrimas completas.

Opciones de tratamiento quirúrgico

La cirugía generalmente es un procedimiento ambulatorio y el paciente puede irse a casa el mismo día. Durante la cirugía, el nervio del brazo se bloquea y se adormece, pero en algunos casos el paciente puede recibir anestesia general. El procedimiento consiste en hacer pequeñas incisiones a través de las cuales se limpia el ligamento o tejido dañado y se utiliza una pequeña sutura para anclar el ligamento al hueso en su punto de inserción original para que pueda sanar en una posición adecuada. Si hay una fractura ósea, se pueden insertar alfileres para asegurar la alineación y curación adecuadas. Por lo general, se recomienda un corsé o yeso durante un máximo de seis semanas. Los tratamientos recibidos dentro de un mes después de que se produjo la lesión tienen una tasa de éxito más alta.

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