Epulides en perros

Epulides (epulis para singular) son los tumores orales benignos más comunes en perros. Hay dos tipos de epúlidos: fibroma odontogénico periférico y ameloblastoma acantomatoso. Las epúlidas son benignas; no se diseminan a otras áreas del cuerpo. Sin embargo, tienden a volver a crecer después de una escisión incompleta y pueden ser localmente invasivas/destructivas.

¿Qué Es Un Epulis?

Un epulis es un tumor ubicado en el tejido de las encías que rodea los dientes del perro. El tumor se origina en el tejido que conecta los dientes con el hueso de la mandíbula. Estos tumores son benignos. Tienden a invadir el tejido oral cercano y requerirán la extirpación del crecimiento tumoral y el tejido circundante. Incluso puede llevar a la extracción total o parcial de la mandíbula.

Signos de Epulides en perros

Los epulides son crecimientos que se forman entre los dientes del perro. Por lo general, son firmes, lisas y de color similar a las encías. Las epulidas son más comunes en perros de mediana edad. Los perros de raza mediana a grande se ven afectados con mayor frecuencia. Un perro con epulis puede mostrar uno o más de los siguientes signos:

  • Encías sangrantes
  • Dientes desplazados
  • Aumento de babeo
  • Mandíbula hinchada
  • Pérdida de dientes
  • Particularmente mal aliento
  • Pérdida de peso
  • Dificultad para masticar
  • Reducción de la actividad física

Tipos de Epulides

Determinar qué tipo de epulis tiene su perro ayudará a determinar el curso de acción específico. Las opciones de tratamiento varían según el tipo de tumor oral.

  1. Fibroma odontogénico periférico (anteriormente conocido como epúlidos fibromatosos u osificantes.) Este epulis se origina en el ligamento que une el diente al hueso de la mandíbula. No invaden el hueso subyacente. Parecen similares a la hiperplasia gingival focal. Por lo general, son de crecimiento lento y firmes y se encuentran en la parte frontal de la mandíbula superior, directamente debajo de la nariz.
  2. El ameloblastoma acantomatoso (anteriormente conocido como epúlidos acantomatosos) también se origina en el ligamento periodontal que sostiene el diente en la mandíbula. Esta forma de epulides es localmente agresiva y con frecuencia invade el hueso subyacente. Se encuentran más comúnmente en la parte frontal de la mandíbula inferior.

Diagnóstico de Epulides

Si nota una masa, olor u otros cambios en las encías o la boca de su perro, o si alguno de los signos enumerados anteriormente están presentes, una visita al veterinario está en orden. Su veterinario examinará la boca de su perro. Esto podría implicar la administración de un sedante ligero para ayudar a su veterinario a tener un buen aspecto, ya que muchos perros se resisten a examinar su boca. Si se observa una masa, se recomienda una biopsia para descartar otros tipos de cáncer. Las radiografías (rayos X) pueden identificar si hay invasión en el hueso de la mandíbula superior o inferior. Una tomografía computarizada proporciona información más precisa sobre el tamaño y la extensión del tumor. Una vez confirmado el diagnóstico, la cirugía es el siguiente paso recomendado.

Tratamiento

la extirpación Quirúrgica es curativa. Los tumores más pequeños se pueden extirpar rápidamente y con un riesgo mínimo de complicaciones. La cirugía es más compleja si el tumor se extiende por varios dientes. Para tumores grandes e invasivos, la remisión a un cirujano veterinario o dentista certificado por la junta es la mejor opción. Una tomografía computarizada es esencial para planificar resecciones complicadas.

Los fibromas odontogénicos periféricos generalmente se pueden extirpar con una cirugía superficial. La cirugía también es el tratamiento de elección para los ameloblastomas acantomatosos. La diferencia es que estos últimos tumores invaden el hueso, por lo tanto, la escisión completa requiere una mandibulectomía parcial (extracción de la mandíbula inferior) o una maxilectomía (extracción de la mandíbula superior). Es posible que se sienta angustiado al pensar en extraer una parte de la mandíbula de su perro, sin embargo, la mayoría de las mascotas lo hacen bien con esta cirugía. Una vez que el pelaje de tu perro vuelva a crecer, es probable que ni siquiera notes una diferencia en la apariencia de tu perro. Si la lesión es pequeña, o la cirugía original resultó en una resección incompleta, la radiación es otra opción de tratamiento. En algunos casos, la quimioterapia (bleomicina) se inyecta directamente en el tumor para reducir la masa. Por lo general, esta es una opción de último recurso, ya que la cirugía es altamente efectiva para curar a los perros con epúlidos.

El cuidado postoperatorio depende de las características individuales de cada perro y de la extensión de la cirugía. Los perros con tumores pequeños reanudan rápidamente su actividad y actitud normales. Las cirugías más extensas requieren cuidados más intensivos. Esto podría implicar medicamentos para el dolor más fuertes, alteraciones dietéticas (por ejemplo, solo alimentos blandos o en puré) y / o antibióticos para su perro.

Para fibromas odontogénicos periféricos o tumores de ameloblastoma acantomatoso, si el tumor se extirpa por completo, la probabilidad de recrecimiento es mínima. Esto no significa que otros epúlidos no puedan desarrollarse en un lugar diferente de la boca.

Cómo prevenir las epulidas

Las epulidas no se pueden prevenir. Monitorear los dientes y la salud bucal de su perro es importante, ya que la detección temprana es clave para obtener el mejor resultado. Asegúrese de mantenerse al día con el régimen de salud bucal de su perro. Esto implica el cepillado diario de los dientes de su perro para mantener el sarro y la placa bajo control y permitir observaciones frecuentes de la cavidad oral de su mascota. Si nota algo sospechoso, póngase en contacto con su veterinario inmediatamente. Las epúlidas no son contagiosas, por lo que no se pueden transmitir de perro a perro ni de perro a humano.

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