La insuficiencia renal en etapa terminal, también conocida como enfermedad renal en etapa terminal (ERT), es la etapa final y permanente de la enfermedad renal crónica, en la que la función renal ha disminuido hasta el punto de que los riñones ya no pueden funcionar en su interior. Un paciente con insuficiencia renal terminal debe recibir diálisis o trasplante de riñón para sobrevivir durante más de unas pocas semanas.
Los pacientes pueden experimentar una amplia variedad de síntomas a medida que avanza la insuficiencia renal. Estos incluyen fatiga, somnolencia, disminución de la micción o dificultad para orinar, piel seca, picazón en la piel, dolor de cabeza, pérdida de peso,náuseas, dolor de huesos, cambios en la piel y las uñas y moretones fáciles.
Los médicos pueden diagnosticar la enfermedad con análisis de sangre, análisis de orina, sonido de riñón, biopsia de riñón y tomografía computarizada.
Según el Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud, se estima que alrededor de 30 millones de personas, o el 15% de los adultos, en los Estados Unidos tienen enfermedad renal crónica. La enfermedad renal crónica a menudo se puede tratar antes de que progrese a insuficiencia renal terminal o lleve a otros problemas de salud.
Algunos de los factores de riesgo para desarrollar enfermedad renal crónica, que podría conducir en última instancia a insuficiencia renal terminal, incluyen diabetes, presión arterial alta, enfermedades cardíacas, abuso de drogas, obstrucciones en el tracto urinario, historia familiar, inflamación y algunos trastornos genéticos. Además, tener enfermedad renal crónica y no manejarla adecuadamente puede hacer que la enfermedad progrese hasta el punto de convertirse en una etapa terminal.