Enfermedad de notificación obligatoria, cualquiera de las diversas afecciones de salud que, una vez detectadas, deben notificarse a las autoridades de salud pública. En el caso de ciertas enfermedades, a saber, las de carácter infeccioso, la notificación obligatoria de enfermedades desempeña un papel fundamental en la prevención y el control de la propagación de enfermedades en las poblaciones. En muchos lugares, los funcionarios estatales y locales tienen la autoridad de ordenar la notificación de enfermedades dentro de sus jurisdicciones.
Cada estado, región, o país mantiene una lista de enfermedades de declaración obligatoria. Tales listas no son estáticas; las enfermedades se agregan o eliminan en función de las necesidades actuales de salud pública. Las enfermedades de declaración obligatoria podrán clasificarse en función de la urgencia de la notificación y se les asignarán plazos variables. En general, los médicos y los laboratorios de diagnóstico son responsables de informar de los casos a las autoridades sanitarias locales que, además de las actividades inmediatas de control y prevención, informan de los casos a los departamentos de salud estatales o nacionales.
Todos los estados y territorios están obligados a notificar los casos de cólera, peste, fiebre amarilla y otras enfermedades en cuarentena de importancia internacional. Las enfermedades notificables a nivel internacional están dictadas por el Reglamento Sanitario Internacional establecido por la Organización Mundial de la Salud. No obstante, la notificación de enfermedades puede verse obstaculizada por preocupaciones locales o nacionales sobre los efectos económicos o políticos asociados con el conocimiento generalizado de la presencia de enfermedades infecciosas.
El deseo de prevenir la propagación de enfermedades infecciosas ha existido durante mucho tiempo. Sin embargo, al darse cuenta en el siglo XIX de que tales enfermedades eran causadas por microorganismos, que pueden transmitirse de una persona a otra a través del contacto directo o indirecto, los funcionarios de salud se volvieron cada vez más decididos en sus esfuerzos por prevenir la introducción y propagación de enfermedades. En 1878, el Servicio de Hospitales Marinos de los Estados Unidos (más tarde el Servicio de Salud Pública, PHS) comenzó a recopilar datos sobre enfermedades infecciosas, incluido el cólera y la fiebre amarilla, de cónsules en el extranjero. ESTADOUNIDENSE. los funcionarios de salud utilizaron los datos para desarrollar medidas de cuarentena para proteger a la población del país contra brotes de enfermedades. En 1893, la recopilación de datos sobre enfermedades de declaración obligatoria se amplió para incluir casos en los Estados Unidos. En el siglo siguiente, se establecieron sistemas similares de vigilancia de enfermedades en otros países del mundo, incluidos Australia, China, la India y el Reino Unido.
Tradicionalmente, las enfermedades de declaración obligatoria eran enfermedades infecciosas. Sin embargo, en 1995 los Estados Unidos agregaron la primera condición no infecciosa, niveles elevados de plomo en la sangre, a su sistema de vigilancia. Al año siguiente se añadió el primer factor de riesgo, el tabaquismo.