Querido Doctor: Mi esposa y yo dormimos con una manta eléctrica para calentar. ¿Hay algún peligro para la salud al usarlo demasiado tiempo por la noche?
Estimado lector: Teniendo en cuenta el clima extremo que congeló amplias franjas de la nación el invierno pasado, incluidas muchas áreas generalmente templadas, no es sorprendente saber que las mantas eléctricas se han puesto en servicio. Su pregunta sobre la seguridad de los dispositivos se hace eco de las preocupaciones de muchos lectores.
Uno de los riesgos potenciales de usar mantas eléctricas es sobrecalentar inadvertidamente el cuerpo. Nunca se debe usar ropa de cama eléctrica para un bebé o una persona inmóvil.
Ciertas afecciones médicas, incluida la diabetes, pueden provocar neuropatía, que surge del daño a los nervios periféricos. La neuropatía causa dolor, sensación de hormigueo y pinchazos, con mayor frecuencia en los pies y las manos. También puede provocar entumecimiento. Cualquiera de estos síntomas puede tener el efecto neto de interferir con la sensibilidad de un individuo al calor, particularmente mientras duerme. Esto permite sobrecalentarse mientras duerme con una manta eléctrica, o incluso sufrir quemaduras en áreas de contacto directo con el aparato. Si bien ha habido varios informes a lo largo de los años de muertes por insolación causadas por temperaturas corporales elevadas debido a dormir con una manta eléctrica, estas son extremadamente raras.
Menos dramático pero aún importante es el potencial de que las mantas calentadas afecten el sueño. Numerosos estudios a lo largo de las décadas han demostrado que la temperatura corporal baja unos pocos grados mientras dormimos. La temperatura corporal más baja también se ha relacionado con un inicio más rápido y una mejor calidad del sueño. Al crear un ambiente calentado continuamente, las mantas eléctricas pueden interferir con los ciclos de temperatura nocturna del cuerpo, interfiriendo así con el sueño.
El tema que parece generar la mayor controversia sobre las mantas eléctricas es la cuestión de los campos electromagnéticos, o CEM. Estas son áreas de energía que están presentes en el mundo natural, así como en el hombre. En el mundo construido, los EMF son generados por las líneas eléctricas, el cableado eléctrico dentro de un hogar, los dispositivos y equipos de comunicación inalámbrica y los electrodomésticos, incluida la manta eléctrica. La preocupación es que, debido a que nuestros cuerpos generan miles de millones de pequeños impulsos eléctricos que pueden ser influenciados por los EMF externos, la exposición puede presentar un peligro para la salud. Aunque el tema sigue generando numerosos estudios y un océano de tinta con argumentos apasionados por ambas partes, aún no se ha llegado a una conclusión definitiva.
Un posible compromiso es utilizar la manta eléctrica para precalentar la cama. Enciéndelo aproximadamente una hora antes de retirarse por la noche y apáguelo antes de acostarse. Con un comienzo cómodo y acogedor para la noche, creemos que encontrará unas cuantas capas de edredones y mantas que lo mantendrán abrigado hasta la mañana. Mientras tanto, si usa una manta eléctrica, asegúrese de que esté en buen estado de funcionamiento. Aborde cualquier peligro potencial de disparo que presenten los controles y los cables, y siga las instrucciones del fabricante con respecto a la colocación, el mantenimiento y la limpieza.
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