Echeveria agavoides (Lemaire): Una especie muy popular con un aspecto único de la mayoría de Echeveria. Cada roseta puede crecer hasta 12.0″ de diámetro, tiene hojas gruesas y puntiagudas como un Agave, y permanece corta y en su mayoría sin tallo. Cuando se cultiva bajo la luz del sol brillante y se le da agua poco frecuente, los bordes de las hojas pueden volverse rojizos. Puede tolerar bien las heladas ligeras, hasta-20F. Esta especie tiende a ser solitaria, pero se propaga fácilmente desde las hojas. Es nativa de México y a menudo envía múltiples tallos de floración a la vez.
Echeveria necesita luz solar brillante para mantener sus colores y forma de roseta compacta. No sobrevivirán a una helada dura, pero si existe el riesgo de temperaturas bajo cero, se pueden llevar a interiores para crecer en el alféizar de una ventana soleada o bajo una luz de cultivo.
Como la mayoría de las suculentas, necesitan un gran drenaje y agua poco frecuente para evitar la putrefacción. Recoja recipientes con orificios de drenaje y use cactus bien drenantes y tierra suculenta con grano mineral del 50% al 70%, como arena gruesa, piedra pómez o perlita. Riegue lo suficientemente profundo como para que el agua salga por el orificio de drenaje, luego espere a que la tierra se seque completamente antes de volver a regar.
También conocida como»Gallinas mexicanas & Pollitos», Echeveria puede producir nuevas compensaciones o» pollitos » alrededor de la base de la planta madre. Estos polluelos se pueden dejar para formar un racimo ordenado o se pueden extraer y trasplantar. Además, la Echeveria se puede propagar a partir de esquejes de tallos u hojas maduras. Consulte nuestra Guía de Esquejes Suculentos para obtener más información.
Guía completa de Echeveria