Dios dijo a Moisés, «yo soy el QUE SOY» (Éxodo 3:14)
Dos pequeñas palabras, tres simples letras, «yo SOY.»
El Señor nos dice repetidamente en Su Palabra que Él es el gran yo SOY.»Me preguntaba por qué nunca añadió nada más a la declaración. Sentí que Dios estaba siendo vago y omitiendo todos los detalles importantes y adjetivos impresionantes que podría haber utilizado para mejorar Su propio currículum o currículum vitae. Sin embargo, eligió no hacerlo. En ningún momento mejor, las palabras «menos es más» o «simple abundancia» contienen más verdad. Las dos pequeñas palabras de Dios, sin adornos, poderosamente simplistas, dicen más sobre este Dios más asombroso de lo que una novela entera podría decir. Nos aseguran que ningún rasgo que defina a nuestro Dios podría ser dejado de lado. «LO SOY», lo dice todo. La magnitud de eso es increíble, ¡SIMPLEMENTE LO ES!
Si las escrituras hubieran agregado la enorme suma de grandeza necesaria para definir esas dos palabras impactantes, la Biblia se habría triplicado en tamaño. Las posibilidades son infinitas. ¡Simplemente no puedes enumerar todo lo que Dios es!
Esas dos palabras están profundamente destinadas a ser seguidas por lo que necesitemos. Tenemos que rellenar continuamente los espacios en blanco. No hay límite en la cantidad de posibilidades que tenemos de llenar esos vacíos. Podemos llamarle sin cesar. Dios es lo que necesitamos cuando lo necesitamos. Nunca está de vacaciones, nunca duerme en el trabajo. No está demasiado ocupado con cosas más importantes. Nunca está demasiado cansado, demasiado enojado, demasiado frustrado o demasiado abrumado para ser lo que sea que necesitemos. Su servicio al cliente es el más alto de todos. Nunca nos pone en espera o deja que nuestro mensaje vaya al buzón de voz. ¿Qué necesitas que sea Dios hoy?
«… Se llamará Su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.»(Isaías 9: 6)
Cuando estamos tristes, deprimidos o solos, Dios es nuestro amoroso, amable, edificante, amigo, salvador y consejero. Él es nuestro generoso proveedor cuando caemos en tiempos difíciles. Dios es nuestro sanador divino cuando estamos enfermos. Él es nuestro poderoso protector que nos protege y nos mantiene a salvo y libres de daño. Él es el maestro que nos llena de conocimiento y sabiduría y ordena nuestros pasos. Él es el arquitecto que dibuja planes para nuestras vidas. Nos unge con talentos, habilidades, facilidad y propósito. Dios es el príncipe y autor de la paz. Irá a la batalla por nosotros y luchará por nosotros. Él es nuestro libertador. Él es nuestra morada, nuestro refugio secreto de seguridad oculta. Él es nuestra alegría desenfrenada. Él es nuestra gran fuerza. Él es nuestra energía restaurada cuando estamos agotados. Él es nuestro motivador cuando necesitamos aliento. Él es un hombro sobre el que llorar y nuestra voz estoica de la razón. Dios es el maestro de los milagros y el creador sobrenatural de todo.
Él cumple nuestros sueños. Nos valida. Él es nuestra esperanza y nuestro futuro. Dios es nuestro guía infalible en este camino de la vida. Él es la esencia misma de nuestro ser y Él es la definición del amor puro. Él es, después de todo, nuestro Padre, el gran «YO SOY».»
Jesús les dijo: «De cierto, de cierto os digo que antes que Abraham fuese, YO SOY.»(Juan 8: 58)
En Hebreos 13, La Palabra dice que Dios NUNCA te dejará ni te abandonará. Así que me gusta seguir las palabras que SOY con la palabra Aquí. Dios está aquí, ahora. Siempre. Dios es todo y cualquier cosa que necesitemos y siempre está con nosotros. ¡Nunca se irá, nunca!
Imagina que Dios está con nosotros dondequiera que vayamos, en las buenas y en las malas, a través de lo bueno, lo malo, las bendiciones y las tormentas. Pase lo que pase, Él está ahí. Él es un escudo de armadura frente a la adversidad, flotando sobre nosotros proporcionando seguridad y Su protección magistral. Nos sigue a todas partes. No nos abandonará. Esa es la dulce promesa de Dios. La Palabra de Dios no miente. Es nuestra garantía personal y cada palabra sigue gloriosamente viva hoy en día.
Dios es El Gran yo SOY.
«sé fuerte y valiente. No tengas miedo, no te desanimes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.»(Josué 1: 9, NVI)