Desafortunadamente, astillar un diente puede ser una experiencia común en la infancia. Es especialmente probable que los niños pequeños aprendan a caminar o que los niños mayores practiquen deportes de forma activa. Si su hijo se astilla un diente, lo primero que debe recordar es no entrar en pánico. A menos que su hijo sienta dolor, un diente astillado generalmente no es grave. Dicho esto, cuando su hijo tenga un diente astillado, siempre debe llamar a su consultorio dental lo antes posible para programar una evaluación de emergencia en caso de que haya un daño que no pueda ver.
Además de llamar al dentista, debe enjuagar la boca de su hijo con agua fría y aplicar una compresa fría para reducir cualquier hinchazón potencial. Además, asegúrese de recoger los fragmentos de dientes, si es posible, y llévelos a su dentista pediátrico. Si no puede encontrar el fragmento del diente y su hijo tiene dificultad para respirar, llévelo inmediatamente a una sala de emergencias para asegurarse de que no inhaló un pedazo del diente.
Durante uno o dos días después de astillar un diente, alimente a su hijo con alimentos blandos que sean suaves para sus dientes. Si siguen sintiendo dolor, puede darles la cantidad recomendada de ibuprofeno para niños. Si no está seguro, pregunte a su dentista o médico cuál es la dosis correcta para su hijo antes de administrar cualquier medicamento.
Si su hijo pierde un diente de leche debido al accidente, puede haber algún daño que se hará visible más adelante, como decoloración. También debe vigilar cuidadosamente para asegurarse de que sus encías no se infecten. Si las encías de su hijo están inflamadas o sensibles o si su hijo presenta fiebre, llame al pediatra lo antes posible.
Aunque no siempre es posible evitar astillar los dientes, recomendamos observar a su hijo con cuidado mientras aprende a caminar y mantenerlos en áreas suaves y alfombradas hasta que se estabilicen sobre sus pies. Cuando los niños comiencen a practicar deportes, asegúrese de que usen un protector bucal para protegerse y enséñeles a evitar peligros que puedan provocar caídas.
Si bien un diente astillado de bebé no suele ser un problema grave, puede ser estéticamente poco atractivo. Si uno de los padres o un niño no está contento esperando que el diente astillado se caiga de forma natural, hable con su dentista sobre las opciones para reparar el diente de leche. La primera prioridad cuando un diente de leche se daña es preservar los dientes permanentes. Cuando hay daño a los dientes permanentes, a menudo requiere algún tipo de tratamiento, como unión, relleno o taponado.
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