Hay cuatro factores que un hongo necesita para crecer: humedad, un huésped, condiciones climáticas ideales y un patógeno.
En Schneider, estamos estudiando los patógenos y los aspectos que los afectan para poder identificar y tratar adecuadamente las enfermedades en su paisaje. Las enfermedades pueden ser impredecibles; ¡no estarán presentes un día, pero aparecerán inesperadamente al siguiente! Algunas enfermedades solo afectarán al follaje de las plantas, mientras que otras son más sutiles (y más mortales), como las enfermedades de pudrición de las raíces.
Las enfermedades del follaje suelen ser más frecuentes durante la primavera, cuando la humedad es alta y las temperaturas oscilan entre los sesenta y ochenta grados. Si un patógeno se adhiere a una hoja, se extenderá sobre la superficie, causando que la hoja muera. Cuando las hojas mueren, causa estrés en la planta. ¿Por qué? ¡Porque la planta no puede pasar por el proceso de fotosíntesis y crear energía para sí misma! El mejor control para las enfermedades del follaje es el tratamiento preventivo. La aplicación de fungicidas en la primavera, cuando todos los factores están presentes para el crecimiento de la enfermedad, ayudará a controlar estos patógenos.
Identificar correctamente las enfermedades es extremadamente importante; podemos aplicar el producto de propiedad para controlar la enfermedad una vez que se ha identificado correctamente. La aplicación sin identificación es perjudicial para el medio ambiente y un desperdicio de dinero. Nos aseguramos de identificar con precisión la enfermedad que afecta a sus plantas para que podamos desarrollar un plan de manejo para su propiedad.
Utilizamos métodos de aplicación que se dirigen a las áreas de la planta donde es más probable que se encuentre el patógeno. Para las enfermedades foliares, nos enfocaremos en las hojas en desarrollo de la planta durante la temporada de primavera. Para las enfermedades de pudrición de la raíz, aplicaremos un producto en la zona de la raíz del árbol.