La ira puede ser una emoción extremadamente destructiva con un impacto perjudicial en nuestra fisiología, así como en nuestro bienestar mental y emocional.
¿Qué es la ira?
La ira es un fuerte sentimiento de desagrado, resentimiento y hostilidad que a menudo surge en respuesta a una percepción de mal hacer.
La ira inicia la respuesta al estrés dentro del cuerpo causando que los niveles de azúcar en la sangre aumenten, la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumenten.
Es normal que las personas con diabetes experimenten ira, a menudo cuestionando por qué tienen diabetes mientras que otras personas están sanas.
¿Por qué debería ser consciente de la ira?
La ira con frecuencia contribuye al agotamiento de la diabetes, la ira de una persona puede alentarla a buscar la «libertad» de la afección y descuidar su autocontrol.
Debe tenerse en cuenta que la ira es una emoción natural que tiene sus usos en la existencia humana, pero si no se controla, puede conducir a efectos negativos en la salud y las relaciones sociales.
¿Cómo puedo controlar la ira?
Los enfoques basados en la atención plena se reconocen como un medio eficaz y duradero para ayudar a controlar la ira.
La investigación ha demostrado que al tomar conciencia de los desencadenantes, así como del impacto emocional, mental y físico de la ira, un individuo es capaz de reconocer y responder en lugar de reaccionar a los desencadenantes que pueden haber iniciado una reacción automática.
¿Por qué la ira necesita controlarse?
La ira si no se aborda tiene el poder de volverse enormemente destructiva, lo que tiene un impacto negativo en la salud mental y física, incluido un control reducido de la glucemia.
Los patrones de expresión de ira se han asociado con alteraciones inadaptativas en la secreción de cortisol (a veces conocida como la hormona del estrés), el funcionamiento inmunitario y la recuperación quirúrgica.