La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha iniciado octubre ordenando la retirada de toda la ranitidina de uso oral para su revisión, por la posible presencia de una sustancia que ha sido clasificada como probable carcinógeno (nitrosaminas) tras varios estudios en animales.
¿Qué es la ranitidina?
También conocida en España por los nombres comerciales de Zantac, Terposen, Ardoral y Alquen, es un eficaz inhibidor de la producción de ácido gástrico que en muchos países se vende sin receta en sus dosis más bajas.
¿Para qué sirve?
La ranitidina se emplea, por tanto, para reducir la producción de ácido en el estómago, sobre todo en pacientes con úlcera gástrica o con reflujo gastroesofágico.
Forma parte de los inhibidores de los receptores de la H2 o antagonistas H2, al igual que la cimetidina, la famotidina y la nizatidina. Todos ellos logran bloquear la acción de la histamina, suprimiendo la secreción del ácido clorhídrico por parte de las células parietales del estómago.
Efectos secundarios
Se trata de medicamentos bien tolerados, que apenas producen reacciones adversas en un 3% de los usuarios. Esas reacciones suelen ser diarrea, dolor de cabeza o muscular, fatiga, y estreñimiento. En menor caso, también hipotensión arterial. Los pacientes con insuficiencia renal y hepática deben tener unas dosis ajustadas y supervisión especial.
Origen y usos
Aparecieron en la década de los 60 y hasta los años 90 fueron los medicamentos más prescritos del mundo. Su uso desde entonces ha disminuido considerablemente, en parte por el auge de los inhibidores de bomba de protones que reducen de forma pronunciada y duradera la producción de ácido como el omeprazol, pantoprazol o lansoprazol, todos ellos fármacos con distintas variantes del benzimidazol
Alternativas
De hecho la AEMPS ha recordado en su alerta que existen alternativas farmacológicas a la ranitidina como precisamente esos fármacos y como la famotidina, instando a todas aquelas personas que tomaban los comprimidos retirados a que no interrumpan o cambien su tratamiento sin consultar previamente con su médico.