Hay una serie de factores importantes a tener en cuenta para una resonancia magnética, incluidas las limitaciones con la interpretación de los hallazgos y el momento en que se debe realizar una resonancia magnética.
Evaluación de los resultados de la resonancia magnética
Primero, la dificultad con los resultados de una resonancia magnética, al igual que con muchos otros estudios de diagnóstico, es que la «anormalidad» que aparece en la resonancia magnética puede no ser en realidad la causa del dolor de espalda. Numerosos estudios clínicos han demostrado que aproximadamente el 30% de las personas en sus treinta y cuarenta años tienen una hernia de disco lumbar en su resonancia magnética, aunque no tienen dolor de espalda.
Por lo tanto, una resonancia magnética no se puede interpretar por sí sola. Todo lo que se ve en una resonancia magnética debe estar bien correlacionado con la situación del paciente individual, incluyendo:
- Síntomas (como la duración, la ubicación y la gravedad del dolor)
- Cualquier déficit neurológico en su examen físico
Otra consideración importante con las imágenes por resonancia magnética es el momento en que se realiza la exploración. La única vez que se necesita una resonancia magnética de inmediato es cuando un paciente tiene:
- Incontinencia intestinal o vesical
- Debilidad progresiva en las piernas debido a daño nervioso.
Afortunadamente, las dos situaciones anteriores son raras.
Cuándo se debe realizar una resonancia magnética para Diagnosticar Problemas de Espalda
Cuando los pacientes tienen dolor predominantemente en las piernas y se sospecha una hernia de disco lumbar, generalmente se recomiendan las IRM al comienzo del curso del dolor del paciente. Esto se debe a que la cirugía para una hernia de disco lumbar generalmente conlleva pocos efectos secundarios no deseados (morbilidad) y conduce a un retorno temprano a la función normal para el paciente.
Cuando los pacientes tienen principalmente dolor de espalda baja, generalmente el único tratamiento quirúrgico disponible es una fusión espinal lumbar. Este tipo de cirugía de columna conlleva una cantidad razonable de efectos secundarios no deseados (morbilidad) y un tiempo de curación más prolongado. Por lo tanto, los médicos a menudo recomiendan esperar de 3 a 6 meses (después de la aparición del dolor lumbar) antes de realizarse una resonancia magnética para ver si el dolor mejorará con tratamientos conservadores (no quirúrgicos).
Como regla general, si los resultados de la resonancia magnética no van a afectar el tratamiento posterior del dolor de espalda del paciente, y el paciente continuará con tratamientos no quirúrgicos, como tratamientos quiroprácticos, fisioterapia y medicamentos, esperar para obtener una resonancia magnética en la mayoría de las situaciones es una opción razonable.