El sacerdote generalmente bendice a los asistentes a la misa durante el comienzo y el final de la misa. Esta tradición es un recordatorio importante de que incluso cuando dejamos la iglesia al final de la misa, seguimos siendo los hijos benditos de Dios y debemos actuar en Su servicio.
Bendice una casa nueva
Comprar una casa nueva o mudarse a una casa nueva es un evento que vale la pena celebrar y muchos católicos celebran esta ocasión organizando una bendición de casa. Esta es una buena manera para que el sacerdote traiga positividad y paz a las nuevas viviendas. Al mismo tiempo, esto da a los propietarios la oportunidad de dar gracias al Señor por el regalo de una nueva casa.
Bendice el lugar de trabajo
Podemos bendecir nuestro lugar de trabajo por la misma razón que bendecimos nuestros hogares. Queremos darle protección espiritual para que se convierta en un lugar de positividad y paz. Nuestra oficina es un lugar donde podemos llevar gloria a Dios a través de nuestro trabajo, por lo que es comprensible que también queramos que sea bendecida.
Bendice a las mascotas
Nuestras mascotas son parte de nuestra familia y son parte de la creación de Dios. Es común que algunos católicos bendigan a sus mascotas una vez al año, especialmente durante la Fiesta de San Francisco de Asís, el santo patrón de los animales, los amantes de los animales y los veterinarios. Algunas iglesias locales también organizan una ceremonia de bautismo donde los dueños de mascotas pueden traer a sus mascotas para ser bendecidas.