Un fármaco de quimioterapia utilizado para tratar el lupus y la artritis reumatoide es el metotrexato. Muchos medicamentos que se usan para tratar una enfermedad autoinmune también funcionan en otras porque todas estas afecciones comparten ese sistema inmunitario hiperactivo.
El metotrexato se desarrolló originalmente para tratar el cáncer. Durante el tratamiento, este medicamento puede inyectarse en una vena o colocarse directamente en el líquido que rodea el cerebro.
Sin embargo, los médicos lo usan de manera muy diferente al tratar el lupus y otras enfermedades autoinmunes.
«El metotrexato, cuando se administra a pacientes con enfermedades reumatológicas, generalmente se administra en forma de píldora y en dosis mucho, mucho más bajas, dosis mucho más bajas», dijo Blanco.
Y debido a que se administra menos de este medicamento a un paciente, los efectos sobre el sistema inmunitario son mucho menores.
«En el tratamiento del cáncer, es un gran inmunosupresor», dijo Blanco, pero en pacientes con enfermedades reumatológicas, «por lo general, no suprime el sistema inmunitario tanto como lo haría en un paciente con cáncer.»
En los casos graves de lupus, sin embargo, los médicos pueden usar medicamentos de quimioterapia de acuerdo con la forma en que se usan para combatir el cáncer.
«Si un paciente tiene síntomas neurológicos, donde tiene convulsiones, accidentes cerebrovasculares o síntomas de tipo esclerosis muscular, tenderemos a usar un medicamento mucho más fuerte, más potente y más agresivo que tiende a aproximarse más a los efectos de la quimioterapia», dijo Blanco.
Los tratamientos para el lupus, sin embargo, en realidad dependen de qué órganos están afectados y cuán gravemente.
«El lupus afecta a todos de manera diferente y no hay un tratamiento único para todos», dijo Wilberger. «Los medicamentos que tomo funcionan para mí porque tengo un equipo de médicos que trabajan arduamente para elaborar un plan de tratamiento específico para mí.»
Esto incluye varios medicamentos para controlar su lupus, incluida una dosis alta de esteroides cada pocos meses para los brotes de lupus. También toma medicamentos para manejar afecciones relacionadas, como problemas respiratorios, y para lidiar con el estrés diario de vivir con una enfermedad que pone en peligro la vida.
Wilberger admite que tomar tantas drogas puede ser abrumador, pero trata de recordar lo mal que se sentía antes de su diagnóstico.
«A pesar de que el lupus controla la mayor parte de mi vida y lo que puedo hacer, todavía hago todo lo posible para mantenerme positivo y tener esperanza para el futuro», dijo Wilberger. «La esperanza es lo que me mantiene vivo y luchando, incluso cuando todo se siente tan imposible. Me niego a rendirme sin luchar.»
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