Beowulf

Beowulf ejemplifica los rasgos del héroe perfecto. El Poema explora su heroísmo en dos fases separadas-juventud y edad—y a través de tres conflictos separados y cada vez más difíciles-con Grendel,la madre de Grendel, y el dragón. Aunque podemos ver a estos tres encuentros como expresiones del código heroico, quizás haya una división más clara entre el heroísmo juvenil de Beowulf como un guerrero sin restricciones y su heroísmo maduro como un rey confiable. Estas dos fases de su vida, separadas por cincuenta años, corresponden a dos modelos diferentes de virtud, y gran parte de la reflexión moral en los centros de la historia sobre la diferenciación de estos dos modelos y sobre cómo Beowulfm hace la transición de uno a otro.

En su juventud, Beowulf es un gran guerrero, caracterizado principalmente por sus hazañas de fuerza y coraje, incluido su hábil partido de natación contra Breca. También encarna perfectamente los modales y valores dictados por el código heroico germánico, incluida la lealtad, la cortesía y el orgullo. Su derrota de Grendel y de la madre de Grendel contribuye a su reputación de valentía y lo convierte en un héroe. En la primera parte del poema, Beowulf madura poco, ya que posee cualidades heroicas en abundancia desde el principio. Sin embargo, después de haber purgado a Dinamarca de sus plagas y haberse establecido como un héroe, está listo para entrar en una nueva fase de su vida. Hrothgar, que se convierte en un mentor y figura paterna del joven guerrero, comienza a ofrecer consejos sobre cómo actuar como un gobernante sabio. Aunque Beowulf no se convierte en rey durante muchos años, su ejemplar carrera como guerrero sirvió en parte para prepararlo para su ascensión al trono.

La segunda parte de la historia, ambientada en Geatland, se salta la mitad de la carrera de Beowulf y se centra en el final de su vida. A través de una serie de retrospectivas, sin embargo, recuperamos mucho de lo que sucede durante esta brecha y, por lo tanto, podemos ver cómo Beowulf se presenta a sí mismo como guerrero y rey. El período posterior a la muerte de Higelac es un importante momento de transición para Beowulf.En lugar de apresurarse por el trono, como Hrothulf lo hace en Dinamarca,apoya al hijo de Hygelac, el heredero legítimo. Con este gesto de lealtad y respeto por el trono, demuestra que es digno de la realeza.

En el episodio final, el encuentro con el dragón,la poeta reflexiona más sobre cómo las responsabilidades de un rey, quien debe actuar por el bien de la gente y no solo para su propia gloria, difieren de las del guerrero heroico. A la luz de estas meditaciones,el estatus moral de Beowulf se vuelve algo ambiguo al final del poema. Aunque se le celebra merecidamente como un gran héroe y líder,su última lucha valiente también es un poco precipitada. El poema sugiere que, al sacrificarse, Beowulf abandona innecesariamente a su pueblo sin rey, exponiéndolos al peligro de otras tribus. Entender la muerte de Beowulf estrictamente como un fracaso personal, sin embargo, es descuidar el énfasis abrumador dado al destino en esta última parte del poema. El conflicto con el dragón tiene un aura de inevitabilidad al respecto. En lugar de una elección consciente, la batalla también se puede interpretar como un asunto en el que Beowulf tiene muy poca elección o libre albedrío. Además, es difícil culparlo por actuar de acuerdo con los dictados de su cultura guerrera.

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