Ni las taquiarritmias supraventriculares ni ventriculares son infrecuentes durante el embarazo.1,2 Cuando se diagnostican, los pacientes, familiares y médicos con frecuencia se preocupan por los latidos ectópicos y las arritmias sostenidas.3,4 Uno debe preguntarse si las arritmias deben tratarse de la misma manera que lo harían fuera del embarazo, ya que todos los medicamentos antiarrítmicos de uso común atraviesan la placenta.5 La farmacocinética de los medicamentos se altera durante el embarazo y es necesario comprobar los niveles sanguíneos para garantizar la máxima eficacia y evitar la toxicidad.6-8 La principal preocupación de la terapia farmacológica antiarrítmica durante el embarazo son los posibles efectos adversos en el feto. Además, en todas las mujeres embarazadas con arritmia, es necesaria una evaluación cardíaca fetal porque las taquiarritmias fetales pueden ocurrir solas o combinadas con taquiarritmias de la madre.9,10 Por estas razones, el tratamiento de las arritmias cardíacas en cuidados intensivos y medicina de emergencia es difícil durante el embarazo. La terapia correcta basada en la comprensión del mecanismo que causó la arritmia no solo puede salvar la vida de la madre, sino que también puede desempeñar un papel importante para el feto.11,12 El objetivo de este artículo es resumir nuevas estrategias para mujeres embarazadas con taquiarritmias supraventriculares o ventriculares que requieren tratamiento de urgencia.
Arritmias maternas Durante el embarazo
La incidencia y Primera Manifestación
Las taquiarritmias supraventriculares o ventriculares pueden volverse más frecuentes o pueden desarrollarse por primera vez durante el embarazo.Se ha notificado un aumento de la incidencia de arritmias cardíacas durante el embarazo en pacientes con y sin cardiopatía identificable.Se han notificado casos de taquiarritmias supraventriculares o ventriculares de nueva aparición o aumento de la frecuencia durante el embarazo en pacientes con síndromes de preexcitación u otras causas.15 El aumento de la actividad simpática durante el embarazo se ha propuesto como un mecanismo para el aumento de la incidencia de arritmias.1,16 La aparición de taquiarritmias cardíacas también puede estar relacionada con cambios fisiológicos que ocurren durante el embarazo, como aumento de la frecuencia cardíaca, disminución de la resistencia periférica y aumento del volumen del ictus.17 Lee y otros18 reportaron un bajo riesgo de aparición por primera vez de taquicardia supraventricular paroxística (TVS) durante el embarazo, con una incidencia del 4%.
De 107 pacientes con taquicardia mediada por una vía accesoria, siete tuvieron el primer inicio de taquicardia durante el embarazo. De las 100 pacientes con taquicardia de reentrada ganglionar auriculoventricular (AV), una tuvo el primer inicio de taquicardia durante el embarazo. La taquicardia ventricular (TV) rara vez se observa durante el embarazo: Nakagawa et al.8 estudiaron a 11 mujeres embarazadas que experimentaron arritmias ventriculares de nueva aparición durante el embarazo. El inicio del primer episodio se distribuyó por igual en los tres trimestres. Los autores concluyeron que varios cambios hemodinámicos y neurohumorales asociados con el embarazo juegan un papel importante en la arritmogénesis ventricular.8 En mujeres con episodios recurrentes bien conocidos de TSV, 14 de las 63 pacientes (22%) con taquicardia en los períodos de embarazo y no embarazo presentaron exacerbación de los síntomas durante el embarazo.18 Observaciones similares han sido reportadas por otros.19,20
Tipos de arritmias
Shotan et al14 evaluaron la relación entre síntomas y arritmias cardíacas en 110 pacientes embarazadas consecutivas sin evidencia de enfermedad cardíaca remitidas para evaluación de palpitaciones, mareos y síncope (grupo G I). Estas pacientes se compararon con 52 embarazadas consecutivas remitidas para la evaluación de soplo precordial funcional sintomático (grupo G II). La bradicardia sinusal (frecuencia cardíaca <60 lpm) registrada durante la monitorización Holter (1% en G I, 2% en G II; p=NS) y la taquicardia sinusal (frecuencia cardíaca >100 lpm: 9% en G I, 10% en G II; p=NS) fueron relativamente raras, mientras que hubo una alta frecuencia de arritmias sinusales en ambos grupos (61% en G I, 69% en G II; p=NS). Se observaron latidos prematuros auriculares aislados en el 56% de los pacientes G I y el 58% de los pacientes G II (p = NS); en raras ocasiones se observaron BPA complejas (5% GI y 0% G II; p=NS) o TSV (1% G I y 6% G II; p=NS). Se registraron latidos ventriculares prematuros aislados (PVCs) en el 49% de los pacientes G I y en el 40% de los pacientes G II (p=NS), mientras que la incidencia de PVCs multifocales fue mayor en G I (12%) que en los pacientes G II (2%; p<0,05). No se registró TV ni fibrilación ventricular (FV) en ninguno de los pacientes.14
Procedimientos de diagnóstico
Antes de iniciar la terapia, es importante diagnosticar correctamente el tipo y el mecanismo de la arritmia subyacente para que se puedan implementar las modalidades terapéuticas adecuadas. La paciente embarazada con arritmias generalmente busca atención médica debido a «palpitaciones», mareos, dificultad para respirar o ansiedad. Las pistas para el diagnóstico y el tratamiento correctos provienen de los hallazgos durante el examen físico y el análisis correcto del electrocardiograma (ECG).21 Conociendo las características del ECG de los diferentes tipos de taquicardias estrechas (ancho del QRS <0,12 s) o anchas (ancho del QRS >0,12 s), es de extrema importancia obtener documentación ECG de la arritmia para que la mujer embarazada pueda recibir el tratamiento correcto.
Arritmias fetales Durante el embarazo
Incidencia
En el útero, pueden presentarse todos los tipos de arritmias. Con frecuencia son intermitentes y pueden desaparecer hasta el parto o el período neonatal.22,23 Las arritmias fetales pueden conllevar un riesgo significativo de morbilidad y mortalidad, especialmente cuando las arritmias causan hidropesía fetal, que se asocia con muerte fetal o daño neurológico.24,25 En 2003, en el estudio prospectivo suizo FETCH se observó una incidencia de arritmias del 11% en 433 exámenes ecocardiográficos fetales (www.neonat.ch). Entre estas arritmias, se presentaron latidos prematuros supraventriculares en el 79%, fibrilación auricular (FA) en el 2%, TVS en el 15% y bloqueos AV en el 4% restante. Se ha notificado que la taquicardia reentrante ganglionar AV, la taquicardia auricular ectópica o el aleteo auricular (AFlut) son trastornos del ritmo graves y amenazantes en el feto humano.26 Una taquicardia fetal de una frecuencia moderada a alta con conducción retrógrada 1: 1 y poca tolerancia cardíaca puede deberse a una taquicardia ectópica de unión.27 En contraste con las arritmias con una frecuencia cardíaca >100 bpm, el bloqueo AV de alto grado con bradicardia fetal persistente puede ocurrir en corazones normales o en aquellos con enfermedades estructurales.28,29 Hay un mal pronóstico cuando el bloqueo AV de alto grado se asocia con cardiopatías congénitas. En algunos casos, el bloqueo AV congénito fetal se debe a la prolongación del intervalo QT o a enfermedades inmunomediadas.30
Procedimientos de diagnóstico
La descripción del AFlut intrauterino por Carr y McLure en 1931 es probablemente el primer informe publicado. Blumenthal et al. arritmias intrauterinas documentadas con el uso de electrocardiografía fetal en 1968. Actualmente, la ecocardiografía fetal es el mejor método y sigue siendo la piedra angular para el diagnóstico in utero de arritmias.31 Se ha demostrado que los mecanismos electrofisiológicos de las taquiarritmias supraventriculares fetales pueden aclararse con registros de flujo Doppler vena cava/aorta superior.Se ha utilizado ecocardiografía transversal, modo M y ecodoppler para diferenciar las arritmias supraventriculares de las ventriculares. Se obtuvieron vistas ecocardiográficas fetales convencionales del corazón para excluir malformaciones cardíacas estructurales. Es posible determinar la frecuencia auricular con ecocardiografía en modo M, mientras que la frecuencia ventricular se determina con el uso de modo M y / o Ecodoppler.
Terapia Aguda de Arritmias Supraventriculares en la Mujer embarazada
Taquicardia de complejo QRS estrecho
La taquicardia de complejo QRS estrecho es un ritmo cardíaco con una velocidad superior a 100 lpm y una duración del QRS inferior a 0,12 s. 21 El paciente con taquicardia de complejo QRS estrecho generalmente busca atención médica debido a palpitaciones, mareos, dificultad para respirar o ansiedad. En muchos pacientes con taquicardia de complejo QRS estrecho, la tasa de taquicardia es muy alta (180-240 lpm); por lo tanto, después del inicio de la taquicardia, el paciente llegará muy pronto a una unidad de cuidados intensivos para el diagnóstico y el tratamiento. El diagnóstico definitivo de taquicardia de complejo QRS estrecho se puede hacer en la mayoría de los pacientes con base en el ECG de 12 derivaciones y los criterios clínicos. El tratamiento agudo debe iniciarse en función del mecanismo subyacente. En taquicardia regular de complejo QRS estrecho (ancho del QRS <0,12 s), se deben iniciar maniobras vagales para interrumpir la arritmia o modificar la conducción AV.21,33 Si esto falla, la adenosina o los bloqueadores de los canales de calcio (verapamilo) son los fármacos de primera elección (ver Figura 1). Se deben evitar medicamentos antiarrítmicos específicos siempre que sea posible en estas condiciones, porque todos los medicamentos antiarrítmicos de uso común atraviesan la placenta y pueden causar efectos secundarios graves al feto.
La ventaja de la adenosina 9-18 mg intravenosa (IV) como bolo en relación con los antagonistas del calcio intravenosos o los betabloqueantes se relaciona con su rapidez de inicio y su corta vida media.34 Además, la experiencia clínica actual en humanos con adenosina durante el embarazo no indica teratogenicidad u otros efectos adversos para el feto, y es tan eficaz para interrumpir la TVS (tasas de eficacia >90%) en mujeres embarazadas como en pacientes que no están embarazadas. Los agentes de acción prolongada (bloqueantes de los canales de calcio intravenosos o betabloqueantes cardioselectivos) tienen un valor limitado debido a un posible aumento de los efectos hipotensores y/o bradicardiacos.10 En pacientes con taquicardia de reentrada ganglionar AV, los bloqueadores de los canales de calcio intravenosos son fármacos aceptables. La mayor experiencia se ha acumulado con verapamilo 10 mg IV durante tres minutos, 5 mg IV en mujeres con tratamiento previo con bloqueadores beta y/o hipotensión (RRsyst <100 mmHg).
Los estudios clínicos de verapamilo en mujeres embarazadas no han demostrado efectos adversos ni en el paciente ni en el feto. Sin embargo, la administración IV de verapamilo conlleva un riesgo de precipitar hipotensión materna e hipoperfusión secundaria. Además, el verapamilo es capaz de causar bradicardia fetal, bloqueo AV de alto grado e hipotensión. El embarazo también está relacionado con un aumento de la frecuencia de arritmias en pacientes previamente asintomáticos con síndrome de Wolff-Parkinson – White.35 Por lo tanto, la ajmalina 50-100 mg IV durante cinco minutos es un medicamento antiarrítmico alternativo en emergencias, particularmente en pacientes con vías accesorias; este se ha utilizado durante muchos años en pacientes no embarazadas con taquicardia por movimiento circense.36 No hay datos suficientes sobre teratogenicidad u otros efectos adversos para el feto cuando se utiliza ajmalina. Por lo tanto, ajmalin debe evitarse durante el primer trimestre y utilizarse solo cuando no existan otras alternativas terapéuticas o incluso no tengan éxito. Si las maniobras vagales y / o fármacos inespecíficos o específicos son ineficaces para terminar la TVS, la cardioversión de corriente continua (CC) (10–50J) es bien tolerada y eficaz para terminar la arritmia.4 En muy pocas pacientes embarazadas con taquicardia intratable, ya sea por medicamentos o por energía de corriente continua, está indicada y es posible una ablación por radiofrecuencia de «rescate», con excelentes resultados y sin efectos secundarios graves para la mujer embarazada o el feto.37
Fibrilación auricular y aleteo auricular
Cualquier arritmia puede ocurrir en la mujer embarazada y la frecuencia y gravedad sintomática de las arritmias puede aumentar durante el embarazo. Aunque la FA y la AFlut son arritmias muy frecuentes en pacientes adultas no embarazadas, la FA y la AFlut son inusuales en ausencia de cardiopatía estructural.5 Obviamente, pueden contribuir los cambios hemodinámicos, hormonales, autonómicos y emocionales relacionados con el embarazo. En caso de vergüenza hemodinámica causada por FA/AFlut con respuesta ventricular rápida, la cardioversión eléctrica de CC suele ser exitosa con 50–100J38.La cardioversión siempre debe realizarse en modo sincronizado. En FA/AFlut con hemodinámica bien tolerada, la quinidina tiene el registro más largo de seguridad en mujeres embarazadas para cardioversión química; sin embargo, otros medicamentos antiarrítmicos de clase Ia/Ic también son seguros para uso a corto plazo.10
Antes de iniciar el tratamiento con quinidina, se deben administrar fármacos retardadores de la velocidad (betabloqueantes) debido a su efecto vagolítico en el ganglio AV. El control de la velocidad de FA es posible utilizando digoxina, betabloqueantes y / o verapamilo. Sin embargo, la administración IV de verapamilo conlleva el riesgo de precipitar hipotensión materna e hipoperfusión secundaria, causando bradicardia fetal, bloqueo AV de alto grado e hipotensión.
Los latidos prematuros atriales
Los BPA en mujeres embarazadas con corazones estructuralmente normales son benignos.10 Los APB pueden volverse más frecuentes durante el embarazo, o pueden desarrollarse por primera vez; muchas pacientes están preocupadas por ello.13 La educación y la tranquilidad del paciente es el primer nivel de intervención de esta afección benigna. Se deben identificar y eliminar los factores agravantes, como los estimulantes químicos. La terapia farmacológica no es necesaria en la gran mayoría de las mujeres embarazadas. En pacientes que siguen siendo muy sintomáticos, se debe considerar el tratamiento con bloqueadores selectivos de los receptores β-adrenérgicos. Los pocos estudios aleatorizados de su uso durante el embarazo han arrojado resultados contradictorios en cuanto a su eficacia y seguridad. Los betabloqueantes atraviesan fácilmente la placenta y, en grandes dosis, pueden causar una bradicardia fetal relativa. El medicamento preferido para el tratamiento de la APBs es un agente selectivo de β1 (metoprolol). Por el contrario, los bloqueantes β2 se asocian en algunos casos con una disminución de la perfusión útero-placentaria y/o retraso del crecimiento fetal, y no deben administrarse.39
Terapia Aguda de Arritmias Ventriculares en la Mujer Embarazada
Uno de los problemas más importantes en cuidados intensivos, medicina de emergencia y rítmología cardíaca son las pacientes embarazadas con TV recurrente, flutter ventricular (VFlut) o FV. El manejo del paro cardíaco debido a taquiarritmias ventriculares potencialmente mortales es esencial para prevenir la muerte súbita cardíaca de la madre y el feto. Sin embargo, el tratamiento de la arritmia subyacente requiere un diagnóstico correcto. Esto es posible en la mayoría de los pacientes que usan un ECG de superficie de 12 derivaciones.
Taquicardia con complejo QRS ancho
Debido a que un medicamento administrado para el tratamiento de la TVS puede ser perjudicial para un paciente con TV, el diagnóstico diferencial de una taquicardia con QRS amplio es crítico. Taquicardias con complejo QRS ancho (duración del QRS > 0.12s) a menudo plantean un problema diagnóstico y terapéutico difícil.21 Se cometen errores porque los profesionales de atención de emergencia consideran erróneamente improbable la TV si el paciente es joven y hemodinámicamente estable, y a menudo desconocen los hallazgos del ECG que distinguen de forma rápida y precisa la TV en más del 90% de los casos. Para hacer el diagnóstico correcto, un ECG de 12 derivaciones es ideal. Las pistas diagnósticas para diferenciar la TV de la TVS son los hallazgos en la derivación V1 y V6; además, un QRS de 0,14 s o más favorece el diagnóstico de TV. Existen varios mecanismos posibles de taquicardia con complejo QRS ancho.
Aunque la TV sostenida (duración >30s) es rara en mujeres embarazadas, hay algunos informes de que la TV (cuando se produce) se origina en el paciente con un corazón normal, principalmente del tracto de salida del ventrículo derecho.21 La TV izquierda idiopática también ocurre en pacientes embarazadas con corazones estructuralmente normales. A diferencia de las pacientes embarazadas con función ventricular izquierda normal, hay un pronóstico precario cuando la TV se asocia con cardiopatía estructural.10 Para el tratamiento agudo, la diferenciación de la TV, ya sea hemodinámicamente inestable o estable, es esencial. Si en cualquier momento la TV se vuelve inestable o hay evidencia de compromiso fetal, se debe administrar de inmediato una contracorriente de CC (50–100J) (ver Figura 1). Si un choque de CC de 50–100J no tiene éxito, es obligatorio una energía más alta (100–360J); esto no conlleva ningún riesgo para la madre o el niño. El tratamiento «conservador» está indicado en cualquier paciente con TV sostenida y hemodinámica estable (ver Figura 2). La terapia aguda debe comenzar con procainamida IV o con ajmalina 50-100 mg IV durante cinco minutos. La procainamida parece ser igualmente segura, bien tolerada y no presenta teratotoxicidad asociada, mientras que el riesgo potencial de ajmalin durante el embarazo no está claro y su administración debe limitarse a emergencias.10
Otro fármaco antiarrítmico potencial es la lidocaína, que no se sabe que sea teratogénica. Aunque varios estudios han mostrado algunos efectos adversos (aumento del tono miometrial, disminución del flujo sanguíneo placentario, bradicardia fetal), su uso durante las primeras etapas del embarazo no se asocia con un aumento significativo de la incidencia de defectos fetales.4 Los antiarrítmicos de clase III (sotalol, amiodarona) son fármacos muy eficaces en pacientes con taquiarritmias ventriculares. Durante el embarazo, ambos fármacos tienen un valor limitado: el sotalol parece ser relativamente seguro, aunque existe un riesgo del 3-5% de desarrollar taquicardia polimórfica o torsade de pointes (ver Figura 3). Además, se deben considerar las propiedades β-adrenérgicas del sotalol. La amiodarona es bien conocida por sus numerosos y graves efectos secundarios tanto para la madre como para el feto, incluidos el hipotiroidismo, el retraso del crecimiento y el parto prematuro.40,41 Existe una experiencia limitada de amiodarona durante el embarazo, y el tratamiento con este medicamento debe reservarse para afecciones que pongan en peligro la vida.42 El magnesio es otro fármaco con propiedades antiarrítmicas, especialmente en pacientes con taquicardia de torsade de pointes debido a la prolongación del intervalo QT. Se sabe desde hace mucho tiempo que, en situaciones de emergencia, el sulfato de magnesio 1-2g IV administrado durante uno o dos minutos es eficaz para tratar y suprimir las taquiarritmias ventriculares potencialmente mortales. Aunque este medicamento se asocia con pocos efectos secundarios, se han observado hipotermia materna y bradiarritmias fetales.43 En algunos casos, el verapamilo es eficaz en mujeres embarazadas con taquicardia de salida ventricular derecha/izquierda.44
La fibrilación ventricular y el aleteo ventricular
La FV o FVlut potencialmente mortales pueden ocurrir en cualquier etapa del embarazo y se asocian con un alto riesgo de muerte cardíaca súbita. En pacientes con FV o VFlut, la desfibrilación de CC es el método de tratamiento de elección (100–360J). La reanimación cardiopulmonar rápida y la desfibrilación temprana, ya sea por contracorriente de CC o un desfibrilador externo automatizado, mejoran significativamente la probabilidad de reanimación exitosa a partir de FV.45 Para la terapia a largo plazo, el desfibrilador cardioversor implantable (DAI) es un excelente enfoque para terminar con las taquiarritmias ventriculares y prevenir la muerte súbita. Hay pocos informes sobre el tratamiento con DAI durante el embarazo, y estos estudios muestran claramente que el implante de DAI no influyó negativamente en el embarazo, el parto o la salud fetal.46
Los latidos prematuros ventriculares
Los latidos prematuros ventriculares (BPV) en mujeres embarazadas con corazones estructuralmente normales son benignos y la terapia generalmente no es necesaria.10 La educación y la tranquilidad del paciente son el primer nivel de intervención para esta afección benigna. Se deben identificar y eliminar los factores agravantes, como los estimulantes químicos. Está indicado el tratamiento con bloqueantes selectivos de los receptores β-adrenérgicos en pacientes que siguen presentando un alto grado de sintomatología después de haber tomado todas las medidas necesarias. Los pocos estudios aleatorizados de su uso durante el embarazo han arrojado resultados contradictorios en cuanto a su eficacia y seguridad. Los betabloqueantes atraviesan fácilmente la placenta y, en grandes dosis, pueden causar una bradicardia fetal relativa. Los medicamentos preferidos para el tratamiento de las BPV son los agentes selectivos β1, como el metoprolol. Por el contrario, los bloqueantes β2 se asocian en algunos casos con una disminución de la perfusión útero-placentaria y/o retraso del crecimiento fetal, y no deben elegirse para tratar las BPPB.39 No hay indicación para el tratamiento con fármacos antiarrítmicos de clase III debido a sus efectos secundarios y al riesgo asociado de proarritmia.14
Terapia aguda de Arritmias Fetales
El manejo de las arritmias fetales es muy difícil y requiere la cooperación entre diferentes consultores (obstetricia, cardiología, neonatología). El problema de las taquiarritmias fetales es el riesgo de hidropesía fetal y posterior muerte.47 Las TSV son las taquicardias fetales más frecuentes, mientras que otras arritmias se observan con menos frecuencia. Un análisis de 11 estudios reportados entre 1991 y 2002 mostró una TVS fetal como arritmia subyacente en el 73,2% y una FLUT en el 26,2%.48 La incidencia de hidropesía fetal fue similar en aquellos con AFlut o TVS (38,6 versus 40,5%; p=NS). La muerte intrauterina fue del 8,0% en el afluente fetal y del 8,9% en la TVS fetal (p=NS).
Terapia materna
El tratamiento de las arritmias fetales es posible mediante el tratamiento de la madre o el tratamiento directo del feto. Los agentes antiarrítmicos que se han utilizado para tratar las arritmias fetales incluyen digoxina, betabloqueantes, verapamilo, procainamida y quinidina. Además, en los casos de taquiarritmias ventriculares fetales, se han recomendado antiarrítmicos de clase I y clase III.6,13 Recientemente, Anderer et al. se notificó una mujer embarazada de 25 años con taquicardia fetal persistente (tasa de 267 lpm) y posterior hidropesía fetal.
La mujer fue tratada con flecainida y digoxina y la taquicardia se convirtió en ritmo sinusal. Unos días después, no había signos de insuficiencia cardíaca fetal. En otra publicación, Khositseth et al. se describieron tres casos de hidropesía fetal debida a taquiarritmias supraventriculares tratadas con éxito con amiodarona y digoxina o la combinación de digoxina, procainamida y propranolol.40
Terapia fetal directa
Si la terapia materna no logra suprimir o disminuir suficientemente la tasa de taquiarritmias fetales, es obligatoria la administración directa del medicamento al feto. Se han utilizado regímenes de tratamiento fetal directo que consisten en la administración intraperitoneal y/o umbilical IV de diferentes fármacos. Además, la administración de medicamentos umbilicales permite no solo el tratamiento directo, sino también el monitoreo de medicamentos. Hansmann et al. se describieron 60 casos con arritmias fetales: 26 casos (43%) con hidropesía fetal y 34 casos sin (57%). Cuando las taquiarritmias eran refractarias al tratamiento transplacentario, la terapia fetal se realizaba con administración directa de fármacos umbilicales.49 De esos 60 casos, 54 eran TSV y seis estaban en fase de inflamación. Durante los nueve años del estudio, se habían utilizado diferentes regímenes farmacológicos. Veinte fetos (77%) con taquiarritmias e hidropesía fetal sobrevivieron y los 34 fetos no hidropónicos sobrevivieron. Por lo tanto, la terapia fetal directa es altamente eficaz en la TVS y en el afluente y conducirá a la supervivencia fetal. La amiodarona parece ser el fármaco de elección para la terapia directa; sin embargo, también hay otros fármacos eficaces (digoxina, betabloqueantes, flecainida, adenosina).50,51 A pesar de los muchos efectos secundarios de la amiodarona, la mayoría de los niños en el período perinatal son completamente normales a pesar de la terapia intrauterina con amiodarona para taquiarritmias.
Implicaciones clínicas
Durante el embarazo se observa un aumento de la incidencia de arritmias cardíacas maternas, que van desde BPA o BPB aisladas clínicamente irrelevantes hasta TVS y TV o FV debilitantes. En todas las pacientes embarazadas con taquiarritmias, es esencial evaluar la etiología subyacente y el grado de función/disfunción ventricular izquierda. El tratamiento correcto de las arritmias en el paciente de cuidados intensivos debe basarse en la comprensión del mecanismo causal. En mujeres embarazadas con arritmias maternas y/o fetales, las estrategias terapéuticas deben basarse en la cooperación interdisciplinaria (obstetricia, cardiología, neonatología). En general, la terapia aguda de arritmias durante el embarazo es similar a la de la paciente no embarazada. Sin embargo, deben tenerse especialmente en cuenta los posibles efectos adversos teratogénicos y hemodinámicos sobre el feto. Con esto en mente, el resultado suele ser un embarazo exitoso, tanto para la madre como para el feto.