Anam Cara es una frase que se refiere al concepto celta del «amigo del alma» en religión y espiritualidad. La frase es una anglización de la palabra irlandesa anamchara, anam que significa » alma «y cara que significa»amigo». El término fue popularizado por el autor irlandés John O’Donohue en su libro de 1997 Anam Ċara: A Book of Celtic Wisdom about Celtic spirituality. En la tradición celta ,los «amigos del alma» se consideran una parte esencial e integral del desarrollo espiritual. El Martirologio de Óengus relata un incidente en el que Brígida de Kildare aconsejó a un joven clérigo que «…cualquiera que no tenga un alma amiga es como un cuerpo sin cabeza.»Un concepto similar se encuentra en el periglour galés.
El Anam Cara implica una amistad que el psicoterapeuta William P. Ryan describe como»presencia compasiva». Según O’Donohue, la palabra anamchara se origina en el monaquismo irlandés, donde se aplicó al maestro, compañero o guía espiritual de un monje. Sin embargo, Edward C. Sellner remonta su origen a los primeros Padres y Madres del Desierto: «Esta capacidad de amistad y de leer los corazones de otras personas se convirtió en la base de la eficacia de los ancianos del desierto como guías espirituales.»Sus enseñanzas fueron preservadas y transmitidas por el monje cristiano John Cassian, quien explicó que el amigo del alma podía ser clerical o laico, hombre o mujer.